René y Juan estaban pintando un muro con el mensaje: “¡BASTA DE ABUSOS!”.
Algunos automovilistas tocaban sus bocinas en señal solidaria, otros les gritaban “comunachos de mierda”. Ninguno de los dos es comunista, pero eso no les importa.
Filo con ellos compadre, son los fachos de siempre- dijo René
Lo malo es que esos deben ser parte de la solución del problema- comentó Juan.
¿En serio creís eso?, preguntó perplejo René.
Bueno si queremos que el país mejore sin convulsiones sociales es indispensable un gran pacto social que incluya a los dueños de las empresas- respondió convencido.
Yo creo que eso no funciona.
Prefieres un callejón sin salida.
Pero viejo, ellos están en la sociedad de la codicia, del ansia de poder, del lucro rápido y fácil
por eso somos más los que estamos contra el abuso, la injusticia, la arbitrariedad: de las Isapres, de las Universidades, de los supermercados, de los bancos.
Lo que pasa compadre es que usted nunca ha sido pobre. No sabe de miserias. Sus antepasados siempre estuvieron del lado del poder, del bienestar, de dormir calentito, ¿usted cree que esa gallá puede cambiar? Yo no creo eso.
Y Juan le replicaba: no necesito vivir la pobreza para saber lo que ella es. Por eso lucho para construir una sociedad más justa, más equitativa y solidaria. ¡Estamos juntos para construir algo distinto! ¿Sí o No? Sí, ¿no es cierto? Mucha gente como yo está aburrida de los abusos. Incluso personas que tiene un cierto capital, profesionales, técnicos, que están dispuestos a seguir apoyando las mejoras que hubo y que tiene que seguir habiendo. Por ejemplo: ¿Quién ahora defiende al Fra- Fra?
Nadie. Hasta hay derechistas que comprendieron que no más La Polar; Isapres que hace lo que quieren; bancos con ganancias exorbitantes; universidades entre las más caras del mundo. No más comportamientos como el de los dueños de la mina San José; no más despidos injustificados. Es un movimiento que crece día a día.
Viejo, demasiado lento. La concerta no fue capi de cambiar las bases sobre las que se levanta la rapiña y la dominación.
Al revés, creo que se sentaron las bases para que hoy podamos exigir el fin de los abusos, mejor redistribución del ingreso, mejor educación con gran apoyo del Estado.
Tenemos que trabajar la confianza. No sacamos nada con solo desacreditar la política y a los políticos. Eso nos lleva a un camino incierto y peligroso.
Mientras tanto terminaron el muro que habían pintado juntos.