Hoy 11 de julio de 2011 se cumplen 40 años de la Nacionalización del Cobre.
La Nacionalización del cobre fue la medida política, económica y social más importante que adoptó Chile en el siglo pasado. Pero, increíblemente esa Nacionalización, -que técnicamente aún existe- en la práctica se anuló.
Mediante Leyes y Decretos aislaron Codelco y sus reservas las traspasaron a las mineras privadas extranjeras. La estrategia fue no tocar los yacimientos que explota Codelco pero, le quitaron sus reservas.
Lo inició la dictadura, lo profundizó la Concertación y, ahora lo amplió la derecha, aumentando la invariabilidad tributaria hasta el 2025.
Es duro decirlo, Chile hoy no controla su Cobre.
La mayoría no sabe que Chile no controla la explotación, las ventas ni el manejo financiero del 72% del cobre, pues se apoderaron de él consorcios privados principalmente extranjeros.
Radomiro Tomic, lo advirtió cuando la dictadura a través de José Piñera y Hernán Büchi, institucionalizó el saqueo inventado las Concesiones Mineras Plenas. Tomic sentenció: “Quien controle el cobre controlará Chile”
Además, ahora los consorcios mineros se han apropiado de otros minerales como litio, plata y oro. Todo, con el beneplácito de los sectores políticos.
40 años después el cobre chileno ha sido desnacionalizado.
Actualmente Codelco exporta solo el 28% del cobre chileno, el 72% restante es propiedad de las mineras extranjeras.
Sin embargo, el cobre es un recurso natural no renovable y, cada tonelada que se cobre que se lleven, Chile será una tonelada de cobre más pobre.
La figura jurídica de Concesión Plena que tiene Chile, no existe en ninguna otra legislación minera del mundo. Con la Concesión Plena las empresas extranjeras tienen más garantías y privilegios que el Estado de Chile.
La Concesión Plena es sin plazo de término, es irrevocable, inmodificable y oponible al Estado. Exenta de todo control financiero por parte del Estado y de toda obligación impuesta por el Gobierno. En caso de expropiación, cualquiera que sea la causal que se aduzca, es con derecho a exigir el pago previo del valor comercial del yacimiento -no sólo de las inversiones- como el valor presente de los flujos futuros.
Todo esto ocurre a pesar que la Constitución Política de Chile establece: “El Estado tiene el dominio absoluto, exclusivo, inalienable e imprescriptible de todas las minas”.
Sin embargo, éste categórico mandato, es solo una ilusión, porque se acaba cuando las minas y yacimientos son entregadas en Concesión Plena por medio de un simple trámite judicial. Ahí, en ese momento, Chile, el Estado chileno, renuncia total y eternamente, a todo derecho sobre la propiedad de sus yacimientos y a los frutos económicos que ellos generarán.
Chile debe recuperar su cobre.
Naciones Unidas defiende la Soberanía Permanente sobre los recursos naturales.
La Asamblea General de la ONU el año 1962 en su Resolución Nº 1803, declaró, el derecho “de los pueblos y naciones” a la soberanía permanente sobre sus riquezas y recursos naturales y que la violación de este derecho era contraria al espíritu y los principios de la Carta de las Naciones Unidas y entorpecía el desarrollo de la cooperación internacional y la preservación de la paz.
Desde 1966 el concepto de Soberanía Permanente sobre los recursos naturales, adquirió el carácter de principio general del derecho internacional al ser incluido en el artículo 1º, de los Pactos Internacionales sobre Derechos Humanos, que en su parte pertinente dice:
“1. Todos los pueblos tienen el derecho de libre determinación. En virtud de este derecho establecen libremente su condición política y proveen asimismo a su desarrollo económico, social y cultural.
2. Para el logro de sus fines, todos los pueblos pueden disponer libremente de sus riquezas y recursos naturales, sin perjuicio de las obligaciones que derivan de la cooperación económica internacional basada en el principio del beneficio recíproco, así como del derecho internacional. En ningún caso podrá privarse a un pueblo de su propios medios de subsistencia.”
Con justa razón los estudiantes pusieron la renacionalización del cobre en el centro del debate político.
Si Chile y sus políticos hubieran defendido nuestra principal riqueza, los chilenos tendrían otro desarrollo.