Así caracterizaba un matutino, el predio de concentración de Chile en San Juan, no precisamente lo que se podría esperar para profesionales que representarán al país en el principal torneo de fútbol de América y que se supone van a trabajar, no de vacaciones.
Y en Mendoza la cosa no es mucho mejor, se concentrarán en un hotel céntrico, abierto al público, por más que haya un piso reservado para ellos. Tengo la impresión que Bielsa habría elegido otra cosa… no sé es una impresión.
Con profundo respeto por todos aquellos que perdieron a sus cónyuges en una guerra, debo señalar que Marcelo Bielsa seguirá penando en el mando de la selección por su seriedad, espíritu de trabajo e imparcialidad de las que dio muestras en su exitoso paso por Chile.
Más allá de los resultados, que esperamos todos que sean muy buenos, es evidente que ha habido un retroceso con respecto a lo que el recordado Loco dejó como impronta de su paso, lo de ahora es más cercano a nuestra historia llena de frustraciones deportivas en la ruta de nuestra eterna “mala suerte”, que en la senda de planificación cuidadosa y profesionalismo a toda prueba de la era Bielsa.
Si sólo bastara con la calidad, Argentina no llevaría 15 años sin levantar la Copa y serían bastante más favoritos de lo que aparecen. La valorización del trabajo bien hecho, inspiración, disciplina y roles aprendidos y bien ejecutados es a lo que nos acostumbramos en el último tiempo, ¿Cuánto de eso queda?
Qué duda cabe que éste es un plantel de jugadores como nunca tuvo Chile en cuanto a experiencia, calidad, número y juventud, por ello es que la fe expresada en miles de compatriotas que viajan a Argentina tiene bases sólidas.
A riesgo de parecer aguafiestas no estaría demás recordar que nuestras grandes victorias siempre han sido hijas del rigor y el esfuerzo, así somos y así celebramos.
Para torcer la historia, Chile nunca ha sido campeón de América es uno de los tres países que no ha ganado el torneo, Venezuela, Ecuador y Chile; todos esperamos que sea más necesario el cloruro de etilo que la sal de fruta y obviamente la ausencia de espectáculos, como los juegos infantiles que se revelaron en Chile.
Ayudemos a la suerte con seriedad y trabajo.