21 jun 2011

Política chilena: demasiado conflicto, poco consenso

Los eventos políticos de los últimos meses –y también la historia política de las últimas décadas, pienso- indican que la política chilena se caracteriza, entre otros aspectos, por tender a convertirse en un juego en que los contendientes, todos, se niegan, unos a otros, la sal y el agua, se acusan mutuamente de incurrir en ello, y la suma puede terminar siendo cero.

Suma cero, porque nadie en realidad gana, y el gobierno, en el sentido de gobernanza del país, pierde.

Las últimas encuestas de opinión muestran, sin dejar lugar a dudas, que todos los partidos, las instituciones políticas, las coaliciones, las personalidades políticas, el Gobierno, la Oposición, la actividad política misma, han ido llegando a sus más bajos niveles de aprobación y aprecio por parte de la ciudadanía.

Parece ser que no tienen ni la adhesión, ni la simpatía, ni la confianza de las personas. De la gran mayoría de ellas.

¿Será que nuestras instituciones, políticos, partidos, etcétera, son ineptos?

¿Será que los chilenos ya no quieren la democracia como régimen político para enfrentar y resolver los asuntos relativos al acceso y ejercicio del poder?

¿Será que la democracia que tenemos –que no es perfecta porque la democracia no es perfecta sino perfectible- les parece un mal sistema político?

¿Será una simple desafección por los políticos que siempre parecen ser los mismos y que ello rebota hacia los demás aspectos mencionados?

Puede ser. Los temas más profundos de la actual cultura política chilena han tendido a ser ignorados en los estudios de opinión pública más recientes.

Ellos se concentran más bien en las preferencias por eventuales candidatos, porcentajes de aprobación que obtienen los partidos y las coaliciones, la percepción del Gobierno y de la Oposición, etcétera. Todos asuntos puntuales que no permiten percibir con claridad las razones más profundas de tan alto grado de desafección por los políticos y la política.

Desde el punto de vista de los políticos, que juegan un juego muy real y brutal, de lucha en torno al poder, de cómo ganarlo para sí mismos, es comprensible que no se den tregua (es “sin llorar”, dicen todos, sin pestañear).

Están en un juego en que básicamente se trata de “quítate tú, para ponerme yo” y “me quedo yo, quítate tú”.

Y este juego además no se juega solamente entre los partidos y las coaliciones, el Gobierno y la Oposición, sino también al interior de los grupos, entre los dirigentes de los partidos, entre los militantes con aspiraciones de liderazgo.

Desde el punto de vista de la sociedad chilena, las percepciones encontradas no ocurren simplemente porque los chilenos tengamos mala voluntad o seamos malas personas. La sociedad chilena es, ha sido y probablemente seguirá siendo altamente conflictiva, en todos los ámbitos, no solo el político.

O quizás mejor expresado, existen entre nosotros muy bajos niveles de consenso y muy altos niveles de conflicto. Vivimos insertos en una sociedad en que los intereses económicos, laborales, educacionales, sindicales, empresariales, sociales, políticos, éticos, tienden al conflicto, no al consenso. Si hasta las denominadas Alianzas estratégicas duran poco y terminan por quebrarse.

Si la cosas son de la manera antes descrita o tienden a serlo, la pregunta que surge es cómo encontrar un lugar que tenga capacidad de reflexión y de expresión legítima o legitimable de algo que sea como un mínimo básico de bien común o de bien para todos o casi todos, reconocible y aceptable por una mayoría sustantiva.

La respuesta obvia es la Universidad. Pero la Universidad chilena está dedicada a los asuntos científico-técnicos y a resolver sus problemas financieros más que a los humanísticos y además, en el área de las ciencias sociales –economía, sociología, ciencia política, por ejemplo- la tendencia ha sido a ser cotos de los perdedores en política.

En pocas palabras, en Chile el botín de los ganadores en política es el Gobierno; el botín de los perdedores, la Universidad.

Una alternativa la constituye los Centros de Estudios. Pero aquí aparece esa otra tendencia cultural de la política chilena, la del tribalismo, esto es, cada tribu política tiene su propio centro de estudios y así cada uno y todos ellos pierden cualquier atisbo o capacidad de reflexión que sea legítima o legitimable ante la mayoría de la población.

Se trata entonces de un dilema de no fácil resolución, que no pretendo ni por una fracción de segundo resolver en estas líneas.

Sin embargo, considero que la existencia de redes sociales y de espacios informáticos, como este de Cooperativa, permiten atisbar, al menos en principio, un espacio de expresión libre, reflexiva, sin constreñimientos ni limitaciones del orden que sean.

Lo cual por cierto, es un deber agradecer, y así lo hago con todo gusto en esta mi primera columna de opinión en Cooperativa, que espero no sea la última.

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  • http://www.facebook.com/people/Patricio-Reyes/1447236036 Patricio Reyes

    Pareciera que la lucha de clases nunca se ha terminado, han cambiado los mu00e9todos, ha habido sometimiento de los que se ganaron el poder a punta de metralleta, pero la porfiada lucha de clases ahu00ed esta, igual que el sol, aunque no lo veamos, ahu00ed estu00e1. Ahora pareciera que comienza un alza de los niveles de confrontaciu00f3n, deberu00edan aparecer los amarillos, yanaconas, andresillos de distinta laya y traicionar a sus pares, a si lo quieren aparecer los Judas que por treinta monedas venderu00edan a su madre. Pero la Lucha de Clases, ahu00ed estu00e1.

    • patricio chaparro navarrete

      Gracias por leer y opinar don Patricio Reyes. Es grato saber que ha tenido la oportunidad de leer un análisis formulado desde una perspectiva que evidentemente no es la suya. Por cierto, usted está en su derecho de optar por un enfoque centrado en la “lucha de clases”.  Sin embargo, considero que no existe derecho a denostar peyorativamente a quienes no opten por ese enfoque, ¿no le parece?  Saludos.

  • http://www.facebook.com/people/Patricio-Reyes/1447236036 Patricio Reyes

    Pareciera que la lucha de clases nunca se ha terminado, han cambiado los métodos, ha habido sometimiento de los que se ganaron el poder a punta de metralleta, pero la porfiada lucha de clases ahí esta, igual que el sol, aunque no lo veamos, ahí está. Ahora pareciera que comienza un alza de los niveles de confrontación, deberían aparecer los amarillos, yanaconas, andresillos de distinta laya y traicionar a sus pares, a si lo quieren aparecer los Judas que por treinta monedas venderían a su madre. Pero la Lucha de Clases, ahí está.

    • patricio chaparro navarrete

      Gracias por leer y opinar don Patricio Reyes. Es grato saber que ha tenido la oportunidad de leer un análisis formulado desde una perspectiva que evidentemente no es la suya. Por cierto, usted está en su derecho de optar por un enfoque centrado en la “lucha de clases”.  Sin embargo, considero que no existe derecho a denostar peyorativamente a quienes no opten por ese enfoque, ¿no le parece?  Saludos.

  • Oscar Villanueva

    sali de Chile mas de 4 decadas atras por mi voluntad a probar y encontre una sociedad mas justa y pujante Australia y miro el acontecer chileno y siento pena a como se dan las cosas y vergunenza ajena a la vez …mecionare lo siguiente los precios ahi son intenacional , el sueldo minimo deberia ser SEMANAL 1 persona aqui con el mismo nivel basico es decir 2 pies y 2 manos lo gana en menos de 1 semana y no pagamos impuestos por la ALIMENTACION…y muchas cosas mas, mientras tenga vida creo que ahi no se daran lamentablementeu00a0

    • patricio chaparro navarrete

      Es bueno saber don Oscar que tuvo la oportunidad de leer un análisis hecho desde una perspectiva que evidentemente no es la suya.  Por cierto, usted está en su derecho de optar por el análisis de lucha de clases, pero no tiene derecho a denostar a quienes no opten por su enfoque, ¿no le parece?  Saludos.

    • patricio chaparro navarrete

      Gracias por leer y opinar don Oscar.  Comparto con usted que existen severas dificultades en el tipo de sociedad que hemos construido en Chile, especialmente en el ámbito económico.  Lamentablemente ello ha significado que un número importante de chilenos hayan optado por emigrar, y así es el país el que pierde ciudadanos valiosos que tienen el coraje de comenzar de cero en otros países. Le deseo lo mejor en Australia.  Saludos cordiales.

  • Oscar Villanueva

    sali de Chile mas de 4 decadas atras por mi voluntad a probar y encontre una sociedad mas justa y pujante Australia y miro el acontecer chileno y siento pena a como se dan las cosas y vergunenza ajena a la vez …mecionare lo siguiente los precios ahi son intenacional , el sueldo minimo deberia ser SEMANAL 1 persona aqui con el mismo nivel basico es decir 2 pies y 2 manos lo gana en menos de 1 semana y no pagamos impuestos por la ALIMENTACION…y muchas cosas mas, mientras tenga vida creo que ahi no se daran lamentablemente 

    • patricio chaparro navarrete

      Es bueno saber don Oscar que tuvo la oportunidad de leer un análisis hecho desde una perspectiva que evidentemente no es la suya.  Por cierto, usted está en su derecho de optar por el análisis de lucha de clases, pero no tiene derecho a denostar a quienes no opten por su enfoque, ¿no le parece?  Saludos.

    • patricio chaparro navarrete

      Gracias por leer y opinar don Oscar.  Comparto con usted que existen severas dificultades en el tipo de sociedad que hemos construido en Chile, especialmente en el ámbito económico.  Lamentablemente ello ha significado que un número importante de chilenos hayan optado por emigrar, y así es el país el que pierde ciudadanos valiosos que tienen el coraje de comenzar de cero en otros países. Le deseo lo mejor en Australia.  Saludos cordiales.