Concuerdo con la declaración del nuevo Presidente de la Asociación de Bancos en la prensa del pasado fin de semana: la banca chilena es admirada pero no querida. Pero discrepo en que ello sólo sea producto de que su función intrínseca es cobrar y esto no es agradable para nadie.
También aportan a este desamor varias deficiencias en el servicio, algunas que se arrastran por demasiado tiempo, y la opacidad en los cobros por los servicios. Ambas cosas son deudas de la banca para con sus clientes.
Creo que todos los que hemos trabajado alguna vez en la banca chilena, sentimos orgullo y satisfacción por los niveles de desarrollo que ésta ha alcanzado. Pero también es cierto que, en demasiadas ocasiones, nos hemos sentido incómodos con los reclamos de conocidos, amigos, familiares y clientes, que nos expresan su molestia por las cosas arriba descritas.
Y es que en la banca chilena conviven servicios de primer nivel con otros que son irritantes.
Por ejemplo, las transferencias electrónicas on-line, que tanto facilitan la vida, que funcionan impecablemente, y que nos ponen en la vanguardia en el mundo en calidad de servicio.
Pues junto con eso, que requirió de una coordinación superlativa y equipos técnicos de primer nivel, constatamos que todavía los bancos no logran ponerse de acuerdo para que cuando una persona cambia su crédito hipotecario de un banco a otro, no tenga que pagar doble dividendo. La irritación y la dificultad financiera que provoca esto… ¿cuántas veces hemos escuchado este reclamo?… y sigue pasando…
El otro gran tema es un desafío de los tiempos actuales: los cobros por los servicios bancarios. Que los clientes entiendan qué y porqué se les cobra, y que los cobros sean transparentes y legítimos. Este es un tema que está ahí, latente hace años y la Asociación de Bancos haría un gran aporte si logra avanzar en este ámbito.
Una buena señal es el anuncio de la creación de una comisión de Educación Financiera, porque necesitamos clientes más y mejor informados.
La otra señal la veremos frente al proyecto presentado por la Superintendencia de Valores y Seguros (en www.svs.gob.cl/publicaciones/seminariosypresentaciones), que busca aumentar la competencia en el sistema financiero.
Este proyecto establece que los bancos deben licitar en forma pública los seguros asociados a sus carteras de créditos hipotecarios, una regla básica cuando participan en el proceso empresas relacionadas. También establece que los bancos no podrán percibir más comisiones por este concepto; el 2010 éstas fueron de U$280 millones.
Grandes desafíos para la banca en esta nueva etapa: mayor calidad de servicio, más transparencia y mayor legitimidad…en una de esas no sólo logramos la admiración sino también el respeto de los chilenos.