Roland Garros este año hizo historia. Ante el estupor de los franceses, la china Na Li se convirtió en la primera asiática que triunfó en el recinto de Bois de Boulogne y el español Rafael Nadal ganó su sexto título con lo que emula al legendario Bjorn Borg, que había conquistado 6 veces la Copa de los Mosqueteros, aunque el jugador de Mallorca lo ganó con un día menos de edad.
A su vez, el tenis chileno hizo historia, pero al revés: luego de 18 años no tuvo representantes en el cuadro principal y sólo un juvenil, Matías Sborowitz, participó en la categoría menores de 18 años, pero este pupilo del argentino Horacio de la Peña, aunque luchó 3 sets, pasó con pena y sin gloria.
¿Por qué nos preocupa Roland Garros? Porque es la competencia más importante del mundo en canchas de arcilla y debido a que, por sus características, ha sido el campeonato más apropiado para las mejores actuaciones de los tenistas nacionales.
Luis Ayala fue finalista el 58 y el 60, “Pato” Cornejo cuarto finalista el 74, Hans Gildemeister 3 veces cuarto finalista, entre el 79 y el 81, Marcelo Ríos cuarto finalista el 98 y el 99 y Fernando González, además de ser dos veces cuarto finalista el 2003 y el 2008, fue semifinalista el 2009. Además González triunfó en el cuadro de los juniors el 98, cuando ya era una promesa.
Esta vez los 2 mejores ranqueados, Jorge Aguilar y Paul Capdeville, perdieron en la clasificación previa. Uno de ellos, Jorge Aguilar, pidió apoyo económico a la Federación para ir a jugar y poder ganarse sus euros ; sin embargo, este organismo, lógicamente dispone escasos recursos para apoyar a las promesas,pero no para los jugadores que hace ya un buen tiempo forjaron su carrera profesional.
¿Por qué no estamos en Roland Garros y en general en los grandes campeonatos? Sucede que el tenis como muchos deportes es cada vez más competitivo y atractivo en todo el mundo por sus grandes premios. Cada vez es más difícil acceder a los lugares de vanguardia.
No es para consolarse, pero tampoco hubo figuración destacada de las potencias que tanto trabajan en buscar figuras deportivas como Estados Unidos, Australia, Suecia, Alemania, Rusia, etc.
Tenemos muy cerca el caso de Argentina que ha visto decaer a sus grandes tenistas aunque esta vez “sacó la cara” en París, el veterano y ya casi olvidado, Juan Ignacio Chela.
¿Cuántos recursos dispone Chile para el deporte de élite? Poco, aparte del fútbol, con grandes aportes publicitarios y que además cuenta con apoyo del Estado para construir recintos, incluso para los clubes profesionales que se manejan por Sociedades Anónimas.
¿Hay apoyo significativo para las promesas del tenis, para la nadadora Kristel Corach, para la triatleta Bárbara Riveros, para el gimnasta Tomás González, para la lanzadora Natalia Ducó, para el ciclista Carlos Oyarzún o para la selección de hockey patín?
Se proyecta un Ministerio del Deporte que traerá nuevos recintos. Sin embargo, infraestructura para el tenis hay en todo Chile: canchas sobran. Falta aporte de la empresa privada para que los jugadores del futuro busquen sin angustias los éxitos, más allá de nuestras fronteras.
Hay tres muchachos (Malla, Garín y Santibáñez) que fueron campeones del mundo en 14 años y uno ya ha ganado campeonatos de 18 años y hay otro grupo campeón sudamericano en 16 años (Núñez, Galleguillo y Peñaloza).
En ellos es indispensable invertir. La actual Ley del Deporte bien aplicada permite aportar y descontar impuestos.Hay que apoyar sin esperar un urgente retorno.
Hay tiempo para que surjan jugadores que con recursos dejen atrás el triste record de ausencia que se marcó este año en la arcilla de la capital parisina.
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