Siempre me obsesionó el periodismo y viajar. Muy joven, a los 15 años, tuve la suerte de conocer a Alfredo Lieux Duclós, ya en la década de los 70 llamado “el viejo Lieux”, un gran cronista radial que dirigió varias emisoras con mucho talento. Me entregaba una grabadora y decía “hay que hurgar en la vida de la gente de a pie, allí surjen las mejores notas” y tenía razón.
Con los años, con otro sueño cumplido, ejercer el periodismo como corresponsal extranjero en varios países de América Latina con la Agencia Italiana ANSA, las revistas “Visión” y Newsweek en Español, aprendí a conocer a mucha gente y escribir crónicas sobre la cruda realidad, quedando en mi memoria un grafitti de un barrio miserable de Caracas que se repite con frecuencia en América Latina: “Basta de realidades, queremos utopías”.
En este recorrido por Latinoamerica y el Caribe, también aprendí del ex-presidente Julio María Sanguinetti: “Quien plantea problemas, sugiera soluciones”, del ex-presidente venezolano Luis Herrera Campíns: “Pregunte siempre de dónde son los reales” (procedencia del dinero) y del escritor mexicano Carlos Fuentes: “La literatura ya no se escribe entre cuatro paredes, las verdaderas historias están siempre en la calle”.
Mi primera nota firmada fue una enrevista con Pedro Araya, puntero derecho de la Universidad de Chile, la última está siempre por escribirse apoyado siempre en la verdad, entendida ésta por lo más aproximado a la realidad. Siempre hay un auditor invisible o lector anónimo que nos sigue y uno lo descubre tarde o temprano.