Sin duda este sería el título perfecto para conmemorar el Día del Medio Ambiente, un país que se la juega por asumir su responsabilidad con los habitantes de su territorio y también de Sudamérica y el planeta, pues en el territorio nacional se encuentran más del 80 % de los glaciares de esta región.
También sería maravilloso que el gobierno finalmente se convenciera que proteger los glaciares es importante para Chile y el mundo, pues son ecosistemas valiosos como reservas de agua, los que además están permanentemente aportando agua a las cuencas y con ello ayudan a mantener ecosistemas y proveer de agua a centros poblados. Pero también que se les reconociera su importancia para el planeta en particular por su capacidad de morigerar los efectos del cambio climático.
Pero las cosas no son así, pese a que el 21 de marzo del 2014 la presidenta Bachelet se comprometió con una Ley de Protección de Glaciares, la propuesta del Ejecutivo deja mucho que desear, por decir lo menos es poco ambiciosa y nos deja en el mismo lugar en que estamos.
Es decir, protegiendo sólo los glaciares que están en Parques Nacionales, de hecho de los más de 24 mil glaciares catastrados por la Dirección General de Aguas, sólo 7.958 se encuentran en ellos.
La gravedad del proyecto del gobierno se agranda cuando identificamos por región donde están los Parques Nacionales que tienen glaciares y nos damos cuenta que en las regiones de Atacama, Coquimbo, Valparaíso, Metropolitana, O’Higgins y Maule la superficie de glaciares protegidas por este proyecto es cero.
Hay que tener presente que los glaciares que se encuentran en otro tipo de área protegida como reserva o monumento natural, no están amparados en este proyecto de ley. Por tanto, hay más de 15 mil glaciares que el proyecto del gobierno no protege, siendo la zona norte y centro sur la más afectada y donde es más urgente lograr la protección absoluta de estos valiosos cuerpos de agua.
Otro dato alarmante y no menor es el presupuesto asignado a la protección del 80% de los glaciares de Sudamérica, sólo 400 millones de pesos al año, un presupuesto claramente insignificante.
Todo esto devela que no hay intención de proteger nada y por más que existan parlamentarios hablando de la importancia del proyecto del gobierno, el compromiso de la Presidenta y el gran avance que significa esta ley pues establece la figura de Reserva Estratégica, en mi opinión son sólo palabras que intentan confundir, pues en lo concreto para crear una Reserva Estratégica hay que meterse en la letra chica donde se establece claramente que se deben hacer estudios , pero ¿cuánto demorarán estos?, ¿quién los paga? la propuesta presentada no consigna esta plata, o sea en buen chileno no se harán y no tendremos más que un par de reservas estratégicas para no decir que esto fue un total fracaso.
También han hablado algunos parlamentarios de “invertir la carga de la prueba”, es decir declarar todos los glaciares reserva estratégica y el que quiera desafectarlos que pruebe que no deben tener esa calidad, entonces vienen más preguntas ¿quién va a pagar esos estudios?, ¿las mineras o el Estado?, ¿quién va a dar garantías de que los estudios están bien hechos?
La verdad este es un lio, pues el proyecto de ley presentado por el Ejecutivo no resuelve problemas, más bien los crea, ya que confunde a las personas y también a los parlamentarios, también existirá uno que otros que se puede hacer el confundido.
Estamos a pocos días que se comience a discutir esta iniciativa y no hay ninguna claridad de hacia donde apunta el gobierno, pues en las palabras dice protección de glaciares y en los hechos “no gracias”. Esto traspasa el problema a los legisladores pues ¿cómo van explicar sus votaciones los diputados de las seis regiones donde no hay glaciares en Parques Nacionales?, los otros al menos tendrán la excusa que algo protegieron.
¿Quién les va a creer que detrás de esto no están las grandes mineras que quieren desarrollar sus proyectos en esta zona?, pues sólo basta ver hacia donde apunta el desarrollo minero de Chile y la agenda pro inversión.
Por suerte quedan algunos días para que votantes, gobierno y parlamentarios hagan un esfuerzo en comprender la importancia de proteger los glaciares, que nos pertenecen a todos, si la República Glaciar no dice otra cosa. Comprender que ellos no sólo tienen importancia para Chile, la tienen también para la región y para el planeta. Que tenemos la oportunidad en los hechos y no en los discursos o en los check list ante organismos internacionales, que Chile se la juegue verdaderamente por proteger un bien común, este sería ¡un gran regalo!