Hace unos días, la Dirección Meteorológica de Chile anunció que existe un 49% de probabilidades de que este 2014 sea un año con el Fenómeno del Niño, es decir, con una alta probabilidad de que la lluvia que cae sobre la zona central del país, sea superior al promedio anual.
Actualmente, la temperatura del mar es normal e incluso medio grado más baja que el promedio.Ésta temperatura podría llegar a subir por sobre un grado, lo que generaría un nivel de lluvia normal entre las regiones de Coquimbo y el Bío-Bío.
Pero si la temperatura del océano sube dos grados, esto gatillaría un período mucho más lluvioso, con hasta 60 milímetros de precipitación en la Región Metropolitana, en tan solo 24 horas.
Obviamente, la noticia de la llegada del Fenómeno del Niño alegró a los agricultores de todo el país, quienes han tenido que lidiar, los últimos 5 años, con graves problemas de sequía.
Pero, lamentablemente, las noticias no son tan alentadoras, esto porque a pesar de que exista un 49% de que sea un año “Niño”, también existe un 45% de que sea un año neutro, y un 6% de que se transforme en un período con el no deseado “Fenómeno de la Niña”.
Para saber con mayor certeza qué fenómeno climatológico tendremos este 2014, hay que esperar un par de semanas e incluso meses. Tal vez en mayo tendremos el panorama mucho más claro.
En el caso de que sí sea un año con Fenómeno del Niño, la agricultura de la zona centro sur se verá muy beneficiada, pero no para decir “este es el fin de la sequía en Chile”.Para que esto pase, se requiere por lo menos tres años con niveles de lluvias sobre el promedio, y esto porque se deben volver a llenar los embalses de donde se obtiene el agua para riego.
Por el bien de la agricultura y del país, ojalá que sea un año con Fenómeno del Niño.
En ese caso, los agricultores deben aprovechar las lluvias al máximo y usar todas las técnicas que le permitan maximizar la filtración del agua en el suelo y así evitar el escurrimiento, como construir estructuras que permitan acumular el agua, como por ejemplo, pequeños embalses.
Además, deben preocuparse de que la filtración del agua en el suelo sea la mayor posible, esto porque el suelo, en sí mismo, ya es un embalse. Los terrenos son como una esponja, donde queda retenida el agua.
Debido a esto, lo primero que debe hacer un agricultor para aprovechar al máximo las lluvias, es evitar el paso en exceso de maquinaria agrícola por sus terrenos, ya que eso genera compactación de la tierra, evitando la filtración de las lluvias.
¿Qué más debe hacer un agricultor para estar bien preparado para el exceso de lluvia? Debe limpiar periódicamente los sistemas de drenajes, lo que ayudará a que el agua circule, disminuyendo las posibilidad de inundación en un predio.