Una moción parlamentaria sobre fomento forestal elaborada por la Agrupación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo y patrocinada por los senadores Isabel Allende, Ximena Rincón, Alejandro Navarro, Jaime Quintana y José Antonio Gómez, fue presentada durante junio en el Congreso Nacional. La propuesta, que fue dirigida al Ejecutivo para estudiar su patrocinio, pretende reemplazar al actual Decreto Ley 701 de 1974, que expira el 31 de Diciembre del 2012.
Este nuevo proyecto de ley es un aporte a la conservación y la recuperación de los procesos ecológicos, enfocando la forestación con especies vegetales que permitan la recuperación de servicios ecosistémicos, fundamentalmente aquellos que facilitan y mejoran la provisión de agua de calidad, la recuperación de suelos erosionados y la detención del avance de la desertificación, entre otros.
A nuestro juicio, los beneficiarios de la próxima ley de fomento deben ser única y exclusivamente pequeños y medianos propietarios forestales.
Según estudios de la propia CONAF, durante la vigencia del D.L. N°701, entre 1976 y 2010, se bonificó por forestación un total de 1.423.815 hectáreas, donde el Estado invirtió un total de US$474,3 millones, de los cuales sólo un 33,7%, es decir US$160 millones, fueron recibidos por pequeños propietarios forestales.
En otras palabras, en los casi 40 años del actual decreto ley, el beneficio ha sido para los grandes propietarios, quienes han logrado instalar una industria sólida y competitiva con exitosos resultados económicos, pero con una enorme generación de pasivos ambientales y sociales, largamente documentados: alta concentración de la propiedad e industria, eliminación de un alto porcentaje de pequeñas y medianas empresas forestales, control interno de precios de madera no elaborada, impacto en desarrollo social de comunidades campesinas e indígenas, degradación y pérdida de ecosistemas y biodiversidad.
Dado que el Estado transfirió cuantiosos recursos a las grandes empresas forestales, corresponde ahora focalizar el desarrollo de pequeños y medianos propietarios, priorizando en forma equilibrada el aspecto social y ambiental en el entendido de contar con agua de calidad en forma regular y suelos con buena productividad y capacidad de almacenamiento de agua, junto con la producción sustentable de bienes y servicios.
Creemos que existe una oportunidad histórica para realizar un cambio sustantivo en términos de regular e incentivar el establecimiento, manejo y protección de plantaciones forestales, pero donde realmente se contribuya al desarrollo sustentable en áreas prioritarias para la recuperación vegetacional.