El 7 de septiembre pasado publicamos en este medio la columna “Se pierde área verde en Las Condes”, en donde dimos a conocer con lujo de detalles las normas vigentes que se deben aplicar a estas tipologías, ante el intento de un grupo de socios accionistas del Club de Golf Los Leones de enajenar, a favor de un tercero, una porción del terreno de 61,00 hectáreas que ese establecimiento ocupa para sus propias actividades sociales y deportivas en la comuna de Las Condes.
Coherente con lo anterior, en dos oportunidades le hemos expresado por escrito a la Directora de Obras (S) de esa municipalidad que el intento de una empresa hotelera extranjera de construir 11 edificios tipificados como “apart hotels” en un terreno de 3,8 hectáreas que se escindiría de esa tipología protegida y por la cual la Sociedad Anónima Deportiva nunca ha pagado contribuciones de bienes raíces, es improcedente.
En octubre del año pasado el funcionario que ejercía como Director de Obras en esa municipalidad, hoy seremi de Vivienda en una ciudad del norte del país, muy suelto de cuerpo, autorizó un permiso de anteproyecto a nombre del titular del amplio terreno área verde y como en nuestra querida patria es recurrente la política de los hechos irregulares consumados, estaremos atentos al desarrollo de los acontecimientos.
Hoy jueves 29 de septiembre, en asamblea de accionistas de ese club, se toma la decisión de traspasarle por 99 años a la empresa hotelera la fracción aludida de su terreno.
En el último tiempo, ante la posibilidad de este negocio inmobiliario, el precio de las acciones del club ha subido en niveles siderales: así opera el mercado.
No sabemos a ciencia cierta cómo votarán los socios accionistas, quienes no tienen porqué estar al tanto de las normativas urbanísticas que afectan a su propio club, antecedentes que preventivamente le hemos dado a conocer a la municipalidad de Las Condes.
En todo caso, tenemos la tranquilidad necesaria debido a que existen los documentos ingresados a ese municipio, en donde le decíamos a la funcionaria que tiene competencia en la materia, que ese proyecto mercantil es inviable.
Un vez más afirmamos que en las áreas verdes que forman parte del “Sistema Metropolitano de Áreas Verdes y Recreación” del Plan Regulador Metropolitano de Santiago (PRMS) como se da en la especie, las edificaciones residenciales no están admitidas, acorde a la puntualización precisa señalada en la propia Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones (OGUC).
En síntesis, le reconocemos el derecho que tiene esa sociedad deportiva para generarle mayor valor económico a su patrimonio, pero en un país serio como Chile, miembro de la OCDE, es necesario que todos los actores que se desenvuelven en el mercado respeten los marcos regulatorios que las autoridades han establecido.
Obtener plusvalías es bueno, pero el decoro también lo es.
No quisiéramos creer que, a través de rebuscadas interpretaciones avaladas por quienes deben hacer cumplir los marcos legales, estemos ante un nuevo hecho consumado y este es un riesgo latente.
Así las cosas e independientemente del resultado de la decisión que adoptarán los socios hoy día en la tarde, estimamos que la empresa hotelera en cuestión debería contratar a un corredor de propiedades para que le busque en Las Condes un terreno apto para su emprendimiento, es decir, que su uso de suelo contemple su propósito específico para su proyecto de inversión y a los socios del Club de Golf les manifestamos que sigan disfrutando apaciblemente de sus espléndidos equipamientos sociales y deportivos.