El apacible balneario de Isla Negra, comuna de El Quisco, V Región, es muy conocido porque allí se localiza la casa del insigne poeta Pablo Neruda, nuestro segundo Premio Nobel y digámoslo sin ambages, pertenencia de la humanidad.
Dadas las características constructivas de ese sector turístico lleno de bosques, el Consejo de Monumentos Nacionales, en 1997, lo protegió patrimonialmente con la clasificación de Zona Típica o Pintoresca, acorde a la Ley Nº 17.288.
Durante todo ese período se respetó la legislación vigente y en una sola ocasión, en que se pretendió vulnerar el valor ambiental, paisajístico, arquitectónico y urbanístico de esa zona, gracias al reclamo que formuló el vecino Jaime Rojas en la Contraloría General de la República, se impidió la ejecución de obras de pavimentación en una calle determinada que tenía maicillo, tal como se fijó en la declaratoria respectiva.
El director de Obras de El Quisco obedeció este dictamen, como era su obligación y por ello esa vía se conserva naturalmente con maicillo. Si algún lector desea ahondar en este asunto puntual, accediendo a la página web del ente fiscalizador, puede conocer el texto íntegro de su esclarecedor dictamen Nº 3431 del 14 de julio de 2008.
Ahora bien, tenemos conocimiento que ha aparecido una constructora llamada Santa Beatriz, empresa que desea llevar a cabo un invasivo proyecto inmobiliario consistente en varios edificios con un total de 324 pequeños departamentos, en un terreno de su propiedad, teniéndose en cuenta que una porción del mismo forma parte de la Zona Típica en comento.
No sabemos si por ignorancia o por mala fe, los dueños de esa empresa no han presentado su proyecto al Consejo de Monumentos Nacionales, conformándose sólo con relacionarse con la Dirección de Obras, entidad municipal que ingenuamente aceptó el ingreso de una solicitud de aprobación por la primera etapa del negocio.
Los vecinos que defienden con perseverancia sus estilos de vida amagados por el proyecto dicen que, de materializarse éste, se multiplicarían por 4 las viviendas servidas por las arterias de tierra Santa Julia y El Caleuche, generándose así un tremendo impacto vial.
Los amenazados e indignados residentes no aceptan que el proyecto en trámite les cambie el paisaje que hoy en día disfrutan porque, de concretarse, será inevitable pavimentar las calles, talar árboles para posibilitar la construcción de estacionamientos en superficie, desnivelar terrenos y en síntesis cambiar radicalmente la zona.
Por si fuera poco, el antojadizo proyecto contempla edificios muy distintos al estilo de las viviendas allí existentes, es decir, se desea cambiar el diseño arquitectónico de Isla Negra y por este motivo transcribimos el artículo 30º de la Ley Nº 17.288.
1) “Para hacer construcciones nuevas en una zona declarada típica o pintoresca, o para ejecutar obras de reconstrucción o de mera conservación, se requerirá la autorización previa del Consejo de Monumentos Nacionales, la que sólo se concederá cuando la obra guarde relación con el estilo arquitectónico general de dicha zona, de acuerdo a los proyectos presentados”.
2) “En las zonas declaradas típicas o pintorescas se sujetarán al Reglamento de esta Ley los anuncios, avisos o carteles, los estacionamientos de automóviles y expendio de gasolina y lubricantes, los hilos telegráficos o telefónicos y, en general, las instalaciones eléctricas, los quioscos, postes, locales o cualquiera otras construcciones, ya sean permanentes o provisionales.”
“La infracción a lo dispuesto en este artículo será sancionada con multa de 5 a 200 unidades tributarias mensuales, sin perjuicio de la paralización de las obras mediante el uso de la fuerza pública”.
Tenemos conocimiento que la constructora Santa Beatriz ya ha iniciado ciertas faenas preliminares y también sabemos que ninguna institución del estado le ha cursado las multas correspondientes, habida consideración que el Consejo de Monumentos Nacionales no ha expresado juicio respecto a esta indeseable intervención que rompe la singularidad de ese territorio protegido.
¿Por qué en nuestro país es tan difícil que opere la institucionalidad?
¿Será que el poder económico de los inversionistas prevalece ante toda circunstancia?
A través de esta tribuna, llamamos a los diputados del distrito y a los senadores de la circunscripción en orden a que emitan sus opiniones al respecto.