11 jun 2012

Negacionismo y Libertad de Expresión: el acto de Pinochet

El evento del pasado domingo 10 de junio en el Teatro Caupolicán, que concentró lo más recalcitrante del pinochetismo y algunos nostálgicos del franquismo, es ciertamente condenable y causó, como era de esperarse, un verdadero “revival” de los años ochenta en las calles de Santiago; pero tuvo el mérito de instalar con fuerza el debate sobre el negacionismo y la libertad de expresión en nuestra sociedad.

Como se sabe, el negacionismo consiste en la negación sistemática de hechos históricos relacionados con violaciones a los derechos humanos con el propósito de proteger a los autores, cómplices o herederos políticos de dichos hechos.

Los más conocidos son la negación del holocausto y del genocidio armenio, pero también se aplica a las violaciones de los derechos humanos en América Latina, en donde a través de intrincadas tesis políticas y falsificaciones históricas se busca contextualizar acciones criminales de manera que parezcan inevitables o al menos excusables.

Algunos países en la década del ’90, como Francia, Alemania, Bélgica, Austria, República Checa, Eslovaquia, Lituania, Polonia, Sudáfrica, Holanda, legislaron considerando el negacionismo como un delito y establecieron penas de cárcel para quienes lo practican.

En España, el Tribunal Constitucional en 2007 consideró que castigar la difusión de ideas o doctrinas que nieguen el genocidio vulnera el derecho a la libre expresión, pero mantiene las sanciones contra quienes justifiquen el genocidio. Estados Unidos, ha optado por privilegiar el derecho a la libertad de expresión considerando que no se puede establecer una censura previa ni sancionar opiniones como delitos.

Resulta sin duda indigesto escuchar los discursos que todavía buscan negar o justificar las violaciones a los derechos humanos en nuestro país.

La justa indignación de las víctimas, se extiende más allá de quienes enarbolan los símbolos pinochetistas para abarcar al conjunto de la sociedad (políticos, medios de comunicación, instituciones) que a su juicio permiten y hasta protegen esa falsificación y esa negación histórica.

Para las víctimas, la tolerancia al negacionismo es sinónimo de ausencia de memoria, de olvido de su sacrificio, de banalización de su dolor. Ello abre el camino a la violencia, como lo hemos visto.

¿Qué valor entonces es el que debe privilegiar la sociedad chilena? ¿La libertad de expresión o la memoria de las víctimas? ¿Es conveniente para el país y para las víctimas de violaciones a los derechos humanos que los negacionistas se victimicen a su vez por la supuesta amenaza o ausencia de libertad para expresarse?

Para responder, lo primero que se debe constatar es la irrelevancia política del pinochetismo en la actualidad. No asistieron al dicho homenaje parlamentarios ni alcaldes, ni siquiera los ex colaboradores del gobierno, con una sola excepción que confirmó la regla: nadie quiere ser asociado a la imagen del dictador y su herencia de corrupción y violencia.

Pareciera entonces que la respuesta a ese difícil dilema está, más que en la censura, en perseverar en la construcción de una memoria social, es decir, en que la sociedad en su conjunto asuma, a partir de la memoria de las víctimas, un relato que parta por aceptar la verdad de los hechos relatados en los Informes Rettig y Valech, que establezca su juicio condenatorio sobre las violaciones de los derechos humanos, que asuma la necesidad de hacer justicia condenando a los victimarios y reparando a las víctimas.

Más que negar el derecho a expresarse de los pocos pinochetistas que van quedando, pareciera que la mejor respuesta sería que los hombres y mujeres públicos, que los medios de comunicación, que el sistema educacional hagan suyos la verdad de las violaciones a los derechos humanos y los valores asociados al Nunca Más.

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  • Luis F. Solís Vásquez

    Las personas tienen derecho a expresar sus ideas en forma pacífica y será la opinión pública quien juzgue a posteriori. Aunque sé que por esto me insultarán, en cuántos juicios fue condenado Pinochet como autor, complice, encubridor o instigador de una muerte o una tortura. El punto no es ese. El punto es que hay gente, minoría, que tiene una visión de los hechos muy diferente a otros. ¿eso, per sé, es condenable?. Yo creo que no.

    • http://www.facebook.com/people/Ana-Elizabeth-Ramirez-Barraza/1249202325 Ana Elizabeth Ramirez Barraza

      ¿ Visión de los hechos diferentes? ¿ Tienen derecho? Entonces ni O`higgins fue el padre de la patria. Ni Prat fue heroé porque fue estúpido el ir al abordaje o más bien como sabía que perdía, ” se suicido”. O es mentira de los 6 millones de judíos muertos. O Stalin fue un revolucionario maravilloso, que libero a Rusia de la estirpe de los Zar. Y vamos negando la historia. El punto, que un punto así es simplemente ridicula, DADO TODOS LOS TESTIMONIOS, QUE MUESTRAN LO CONTRARIO. Lo demás es irracional fanatismo

    • miguel neira jara

       Hola Luis
      Da lo mismo tener mil miradas diferente, el problema es pedir libertad de expresión cuando tu no reconoces que violaste ese mismo derecho y otros más.
      El problema es la consecuencia y coherencia.
      Existe libertad de reunión y expresión pero, no he escuchado a nadie reconocer que los temas del mismo documental se enmarcan no solamente en un golpe de estado sino en un atropello sistemático de los DDHH, porque hasta ahora solo se escucha la ocurrencia de excesos, la  ocurrencia de enfrentamientos de guerra o explicaciones por el estilo.
      No se puede insistir en hacer memoria y reivindicación de personas muertas cuando no se ha dejado que otros tengan siquiera la oportunidad del duelo especialmente cuando el protagonista del documental identifica como “gran economía” el hallazgo de una fosa común que alojaba los cuerpos de detenidos desaparecidos.
      Ser opinante desde la militancia jamás ha sido posible como opinión mesurada, bajo esa perspectiva se entiende el sesgo, pero no se puede borrar el sol (ni las declaraciones propias) con el dedo.

  • Luis F. Solís Vásquez

    Las personas tienen derecho a expresar sus ideas en forma pacífica y será la opinión pública quien juzgue a posteriori. Aunque sé que por esto me insultarán, en cuántos juicios fue condenado Pinochet como autor, complice, encubridor o instigador de una muerte o una tortura. El punto no es ese. El punto es que hay gente, minoría, que tiene una visión de los hechos muy diferente a otros. ¿eso, per sé, es condenable?. Yo creo que no.

    • http://www.facebook.com/people/Ana-Elizabeth-Ramirez-Barraza/1249202325 Ana Elizabeth Ramirez Barraza

      ¿ Visión de los hechos diferentes? ¿ Tienen derecho? Entonces ni O`higgins fue el padre de la patria. Ni Prat fue heroé porque fue estúpido el ir al abordaje o más bien como sabía que perdía, ” se suicido”. O es mentira de los 6 millones de judíos muertos. O Stalin fue un revolucionario maravilloso, que libero a Rusia de la estirpe de los Zar. Y vamos negando la historia. El punto, que un punto así es simplemente ridicula, DADO TODOS LOS TESTIMONIOS, QUE MUESTRAN LO CONTRARIO. Lo demás es irracional fanatismo

    • miguel neira jara

       Hola Luis
      Da lo mismo tener mil miradas diferente, el problema es pedir libertad de expresión cuando tu no reconoces que violaste ese mismo derecho y otros más.
      El problema es la consecuencia y coherencia.
      Existe libertad de reunión y expresión pero, no he escuchado a nadie reconocer que los temas del mismo documental se enmarcan no solamente en un golpe de estado sino en un atropello sistemático de los DDHH, porque hasta ahora solo se escucha la ocurrencia de excesos, la  ocurrencia de enfrentamientos de guerra o explicaciones por el estilo.
      No se puede insistir en hacer memoria y reivindicación de personas muertas cuando no se ha dejado que otros tengan siquiera la oportunidad del duelo especialmente cuando el protagonista del documental identifica como “gran economía” el hallazgo de una fosa común que alojaba los cuerpos de detenidos desaparecidos.
      Ser opinante desde la militancia jamás ha sido posible como opinión mesurada, bajo esa perspectiva se entiende el sesgo, pero no se puede borrar el sol (ni las declaraciones propias) con el dedo.

  • http://twitter.com/zaratustra86 zaratustra

    Lo que se hizo fue apologia al terrorismo de estado y eso deberia estar penado por ley..sera mucho esperar de nuestros legisladores ?

  • http://twitter.com/zaratustra86 zaratustra

    Lo que se hizo fue apologia al terrorismo de estado y eso deberia estar penado por ley..sera mucho esperar de nuestros legisladores ?