Es común que cuando las personas se deciden a adoptar, su medio social o familiar les haga ver lo difícil y largo que son los procesos para llegar a concretarlo.
Sin embargo, pocos conocen realmente en qué consiste este paso, por ello creo es importante tener claros algunos conceptos que podrían ayudar a despejar dudas sobre la adopción y a tomar una decisión mas informada.
Como primer punto, es importante tener claro que la motivación que nos mueve a adoptar es el deseo de querer ser padres de un niño o niña.
Para hacerlo debe recurrir a un organismo acreditado por la Ley y que realice adopciones.
Esto es muy relevante, porque los futuros padres deben y tienen el derecho de informarse acerca del proceso que van a iniciar.
De hecho pueden concurrir a más de un organismo para conocer a la institución y su metodología, como también saber de los requisitos que el organismo acreditado me pedirá, puesto que aparte de los exigidos por ley cada organismo tiene los propios de acuerdo a su misión.
El segundo punto importante es reconocer que ser padre adoptivo no es lo mismo que ser padre biológico, que no es ni mejor ni peor, pero sí distinto.
Toda parentalidad tiene sus tareas asociadas y por lo mismo, en el caso de los futuros padres adoptivos, deben saber que serán parte de un proceso de evaluación social y psicológica y que de acuerdo al resultado de esta evaluación, podrán ser declarados idóneos para la adopción.
Hay que tener en cuenta que también existe la alternativa de ser enviado a realizar un trabajo terapéutico que ayude a enfrentar de mejor forma esta paternidad o maternidad, como para despeñar este rol de padres adoptivos.
Siguiendo este punto, cuando hablamos de habilidades parentales para la adopción nos estamos refiriendo no sólo a cumplir con los requisitos formales que son establecidos en Chile por la ley de adopción 19.620, sino que en el caso de la Fundación Chilena de la Adopción, -que es parte de los cuatro organismos acreditados- se trata también de cumplir con otros requisitos: tener menos de 45 años de edad al momento de postular, 2 de años de matrimonio si son casados, tener una diferencia mínima de 20 años con el adoptado, contar con una situación económica y laboral estable, con una relación de pareja armónica y con expectativas realistas frente a los niños que se pueden adoptar.
Los futuros padres adoptivos deben ser personas que tengan muy desarrollada su capacidad de empatía, para ser capaces de ponerse en el lugar del otro, de manera que puedan aceptar los desafíos que la adopción trae.
Además, tienen que estar sanos, de manera que puedan apoyar a su hijo al momento de que él requiera saber de sus orígenes, y que vean esto como un proceso del niño o joven y no como algo contra ellos.
Deben ser personas de criterio amplio y capaces de salir de ellos mismos para centrarse en las necesidades del niño.
Asimismo, y como tercer punto, muchas consultas que llegan a la Fundación Chilena de la Adopción acerca de si los padres que ya tienen hijos biológicos pueden adoptar, nuestra respuesta es “Sí”, por supuesto que pueden.
Si existe un deseo real de crecer como familia a través de la adopción, lo importante es finalmente la motivación. En este y en todos los ámbitos, siempre hay que poner nuestra atención y pensar en el niño, es más, hay niños, por ejemplo, que por sus características personales les haría muy bien el poder compartir con hermanos.
En resumidas cuentas la motivación siempre va ser un factor relevante al momento de querer adoptar.
Es errado pensar que los hijos, adoptivos o biológicos, son para curar las heridas de los adultos.
Es importante que antes de adoptar las personas hayan sanado sus duelos y haberlos superado, sobre todo aquellos que están ligados directamente con la imposibilidad de ser padres, porque los duelos no resueltos imposibilitan a la gente y no te permiten estar en paz.
En el caso de la adopción, no te permiten abrirte sanamente a una nueva paternidad o maternidad.
Por eso es tan importante seguir un proceso adecuado al momento de querer adoptar.
Como institución encargada de estos temas, nuestro foco siempre estará en el niño, por lo que debemos ver cuidadosamente a quién estamos entregando a los pequeños.
Por esa razón se realizan todos los estudios necesarios. Con esta reseña no se pretende dejar todas las dudas aclaradas, pero sí que se entienda que adoptar un hijo es una oportunidad de formar una familia, y para las instituciones una obligación el procurarle a cada niño la mejor alternativa de familia adoptiva.