Es perfectamente presumible que a las 22:50 pm del jueves 21 de julio, miles de familias chilenas sintonicen TVN y compartan el inicio del primer capítulo correspondiente a la serie “Los archivos del Cardenal”.
En muchos hogares del país, probablemente, las primeras escenas serán observadas con algún respetuoso silencio, rememorando los difíciles años de la dictadura militar.
Seguramente muchos jóvenes, algunos nacidos en las postrimerías del régimen militar, y que solo han conocido u oído del movimiento de Derechos Humanos de la época y particularmente de la Vicaría de la Solidaridad, podrán apreciar en esta recreación televisiva aquello que los chilenos vivimos en carne propia bajo un régimen autoritario.
Algo de esto pudimos apreciar en la película “Machuca” y mucha gente nueva, de las generaciones actuales, pudieron comprender la magnitud de la crisis política de 1973 y de los efectos dramáticos que tuvo el inicio del golpe militar gracias a esta película.
En los “Archivos del Cardenal” habrá una cierta continuidad de tales efectos, especialmente a partir del momento en que bajo muy difíciles circunstancias y gracias al liderazgo humanitario del entonces querido Cardenal Raúl Silva Henríquez nació la Vicaría de la Solidaridad, verdadero bastión en la defensa y promoción de los Derechos Humanos y muralla de los lamentos de cientos de víctimas y de sus familiares.
Algunos podremos rememorar la entrada y los pasillos de la Vicaría pues parte fundamental de esta serie fue filmada en el mismo recinto.
Ahí trabajaron, vivieron y sufrieron dolores inconmensurables las decenas de voluntarios, hombres y mujeres, profesionales y colaboradores de todo tipo que unieron sus energías para dejar una huella histórica, aún sin saberlo.
Ahí estuvo instalado el valiente equipo de Abogados que agotaban sus horas interponiendo recurso tras recurso, en Tribunales, el amparo suplicado por las familias afectadas por un detenido-desaparecido, un torturado, un ciudadano violentado.
Ahí estuvieron los Trabajadores Sociales brindando su ayuda solidaria.
Ahí estuvieron los Psicólogos y Médicos que atendieron las heridas del alma y sacerdotes, laicos y monjas brindando su consuelo.
En esos pasillos históricos de la Vicaría transitaban los expedientes de las víctimas, los que reúnen el testimonio de cuantos sucumbieron a la desaparición definitiva, sus fotos y sus historias, la marca o huella de sus atribulados familiares.
“Por sobre mi cadáver”, dijo Monseñor Valech, uno de los Vicarios de la Solidaridad cuando el entonces Fiscal Torres (General de Ejército que lideró el terrorismo de Estado) ordenó incautar los Archivos y dispuso que un contingente de militares y esbirros concurriesen al recinto sagrado.
Monseñor Valech, sin arrogancia pero con extrema firmeza sólo señaló: “Por sobre mi cadáver”…..La Dictadura nunca pudo acceder a los Archivos del Cardenal.
Para respetar los antecedentes fidedignos de las víctimas parte fundamental de la serie está basada en estrictos hechos reales pero se ha elaborado sobre un relato de ficción de personajes. Es una delicadeza de los productores que se agradece, pero sabemos que la recreación está estrictamente ajustada a la versión de muchos casos que hoy están descritos en el Informe Rettig.
La familia chilena podrá contemplar esta recreación histórica.
Algunas lágrimas enjugarán el rostro de padres y abuelos, de tíos y hermanos, esposas y de los hijos que aún niños (y hoy ya hombres y adultos) alcanzaron a vivir o sentir el impacto de la dictadura militar.
Algunos individuos quisieron atrasar este trabajo televisivo. Otros, impúdicamente, buscaron negarle o esquilmar su presupuesto…No ha faltado quien dice que esto es restregar las heridas del pasado y que ahora hay que mirar al futuro. Los pueblos sin Memoria están condenados no tanto a repetir la historia, sino a no ser sensibles con su pasado.
Al final de cuenta la historia presente y futura de Chile se construye siempre con referencia al pasado. “Gobernar es educar” dijo Pedro Aguirre Cerda en 1938, hace 73 años y su mensaje adquiere siempre una especial vigencia. Y eso que es del pasado.
Se equivocan los que buscan esquivar el pasado. Chile vivió una experiencia traumática y profunda con la dictadura militar. Estamos a muchos años antes que una verdadera reconciliación esté presente entre nosotros sin que antes cerremos totalmente las heridas.
Rememorar es también construir.
Agradecemos a los productores, editores, guionistas, actores y a todo el elenco de TVN que finalmente hacen posible esta serie histórica que será apreciada por millones de chilenos el jueves 21 de julio en la noche.
Sabemos que para todos ellos/as, esto es mucho más que una actuación. Y para los miles de chilenos que estaremos ante la pantalla de televisión esta serie es mucho más que un programa de televisión.