La provocada guerra civil para abatir al gobierno de Siria y la hégira de millones de sus habitantes; las decapitaciones del Estado Islámico y la destrucción de monumentos Patrimonio de la Humanidad, nos remecían desde hace tiempo. Mas ninguna de estas barbaridades nos tocó tan cerca como los recientes atentados y muertes en París, capital del ensueño de tantos. ¡Si al final de la Segunda Guerra Mundial hasta un general nazi no quiso incendiar París!
Atila parece estar demasiado cerca, como hace catorce años también lo sentimos con el atentado a las Torres Gemelas en Nueva York, puñal a otro corazón de Occidente.Desde entonces, hemos sido obligados a formar parte de la guerra contra el “terrorismo islámico”, que nos arrastra a ver como enemigo a cualquier musulmán.
Menospreciando nuestra memoria histórica, los medios de comunicación hoy pregonan cómo esa cultura rechaza nuestros valores cristiano-occidentales, olvidando que hace varios siglos, el Islam enriqueció la nuestra con su arte arquitectónico y sus matemáticas.
La pantalla nos muestran verdugos decapitando occidentales frente a la cámara, mujeres borradas del mundo tras sus burkas, destrozo de monumentos artísticos de la Antigüedad, hombres y mujeres que mueren por su causa con autobombas y centenares de niños empuñando fusiles y gritando “Alá es grande”. Un canal de televisión chileno regaló media hora de su noticiario central, en hora “pryme” de un domingo, a imágenes que mostraba este estilo de vida, para espanto de quienes mirábamos.Cometieron un error: al final aparece el Presidente de Estados Unidos como el super-héroe que nos va a librar de tales horrores.
Si nos quedamos con lo que nos ofrece la televisión o la prensa de papel, claro, suscribimos todo lo que nos muestran. Rechazamos muchas de las costumbres de nuestros hermanos islámicos y por tanto, en esta disyuntiva seguimos fieles a nuestros líderes occidentales aunque tengan pies de barro. Pero existen otras fuentes para informarse de lo que hay detrás. Internet no es paladín de libertad, ni en países autoritarios ni en nuestro imperio – como lo prueban los prisioneros Julian Assange y Edward Snowden -, pero todavía quedan zonas en el ciberespacio para mostrarnos otras caras de la medalla.
Por análisis de expertos en la Gran Red, me informo que Al Qaeda primero y su sucesora ISIS después, son creaciones de EEUU y aliados, como Turquía, Qatar, Emiratos y Arabia Saudita, que lo financian. Que lo que persiguen es “desestabilizar” países árabes ricos en petróleo como ya hicieron con Irak y ahora Siria, para disponer del principal combustible que hasta hoy mueve al capitalismo mundial… (quizá por cuánto más dada su responsabilidad en el cambio climático y agonía del planeta).
¿Sabía usted qué EEUU formó a los primeros yihadistas (activistas integristas), para combatir a la Unión Soviética en Afganistán?
¿Que pese a sus dictadores, Irak, Libia y Siria eran países con buenos promedios de vida para su gente antes de la invasión de Occidente y que vivían en relativa paz y armonía?
¿Que la verdadera guerra en ellos, en las sombras para nosotros,es entre chiitas, sunitas y kurdos?
¿Que Siria, Irak, Jordania, Arabia, Turquía, Palestina e Israel fueron creados arbitrariamente en el mapa por Francia, Gran Bretaña, Rusia e Italia, sin considerar estos choques entre sus poblaciones,tras la Primera Guerra Mundial?
¿Que el ejército sirio fiel a Bashar Al Assad habría liquidado al naciente Estado Islámico si la OTAN no hubiera apoyado a los “rebeldes” entre los cuales el EI se ubicó?
¿Que la Primavera Árabe no pedía libertades democráticas estilo occidental, sino que fue un movimiento integrista impulsado por chiitas contra los sunitas gobernantes de varios países árabes?
En medio de este complicadísimo panorama me queda claro que:
1) El enemigo de Occidente creado por EEUU y la OTAN no es el Islam, sino los yihadistas, es decir, la fracción integrista del pueblo musulmán que primero se llamó Al Qaeda y hoy Estado Islámico. El mundo árabe está compuesto por 3000 millones de habitantes, de los cuales 1400 millones son musulmanes donde los fundamentalistas son una mínima fracción.
2) No se vienen nuevas Cruzadas. Lo de musulmanes versus cristianos es un invento. La verdadera guerra comenzó hace tiempo dentro del mundo árabe entre chiitas y sunitas y no tenemos vela en ese entierro.
3) Tendremos que seguir soportando por largo tiempo la propaganda occidental para intervenir esos países, primero Irak, hoy Siria. No por nada este último posee la mitad de las reservas mundiales de petróleo y de gas natural del mundo.