Ahora que está de moda el posible desbloqueo de Cuba por parte de EEUU se ha levantado la extraña tesis de que sin bloqueo ese pobre país comunista caminará sin duda por la senda del brillante desarrollo ofrecido por el capitalismo.
Se trataría de incorporarse al sistema capitalista mundial, a sus inversiones, a su sistema de producción con capital extranjero “occidental” (como si el capital tuviera nacionalidad), a su comercio, y listo. Lo demás vendría por añadidura en un mundo tan globalizado como el actual.
Como de un breve artículo periodístico se trata, tomemos por ejemplo al país más pobre del mundo: Níger.
Níger está ubicado en el corazón de África. Tiene 14,5 millones de habitantes, en una extensión de 1.270.000 kilómetros cuadrados (bastante más que Chile, algo así como Perú). Vive en permanentes luchas étnicas y socio-económicas; tiene un sistema político muy inestable, desde inicios del siglo XX, cuando fue objeto de luchas entre los colonialismos europeos y terminó siendo una colonia francesa.
Francia era ya una potencia capitalista mundial y “adoptó” a Níger. La adopción –todo lo contrario al bloqueo- duró hasta ahora en lo económico y hasta 1960, fecha de su independencia, en lo político-institucional. El país recibe fuerte inversión extranjera en la minería (es rico en petróleo, oro y especialmente uranio), y es el tercer exportador de uranio en el mundo. Tiene una expectativa de vida de 45 años y dos tercios de su población sobreviven bajo el índice de extrema pobreza. Figura sostenidamente en el último lugar del mundo en IDH (Índice de Desarrollo Humano). Níger no ha sido nunca bloqueado, por el contrario fue muy integrado, íntimamente integrado al capitalismo occidental desde inicios del siglo pasado.
Veamos otros ejemplos, éstos de países latinoamericanos no bloqueados, con sistemas económicos abiertos y propiedad privada en los bienes de producción, medidos con el mismo IDH con que se mide, por ejemplo, a Níger.
Niger: IDH 337… y Haití: IDH 470; Nicaragua: 614; Honduras: 617; Guatemala: 628; Bolivia: 667; Paraguay: 676; El Salvador: 680; Rep. Dominicana: 700. Son los más bajos de América Latina.
Los con IDH más altos en América Latina son Chile: 822; Cuba: 815; Argentina: 808; Uruguay: 790; Panamá: 765, y Venezuela: 764. México, Brasil, Perú y Colombia están más abajo.
Como notas interesantes digamos que Rusia tiene un IDH de 778, poco más que el de Panamá; que China tiene un IDH de 719, poco más que el de Colombia; que el de Sudáfrica es de 658, menos que el de Bolivia; y que el de Vietnam (ya por décadas incorporado, como China, “al mundo”, y abierto a reformas capitalistas) es de 638 (parecido al de Guatemala).
El país con más alto desarrollo humano es Noruega (994).
EEUU ocupa el puesto 28, si se considera dentro del desarrollo humano la desigualdad en el ingreso.
Canadá está por sobre Reino Unido.
El IDH considera el per cápita, los índices de mortalidad, la expectativa de vida, los servicios de salud y educación, y es el más global de los índices que miden el desarrollo humano de un país.
Todas las cifras aquí anotadas son las dadas a conocer por Naciones Unidas en sus últimos balances.
Cuba podrá progresar más sin el bloqueo yanqui y, sin duda, tiene derecho a reclamar cuantiosa indemnización por el bloqueo de tantos años, pero, como el mundo lo demuestra, nada asegura que un cambio de sistema o una reinserción en el capitalismo planetario podría mejorar su calidad de vida.