La reciente visita del activista y propagandista Ilan Pappé, invitado a Chile por la Federación Palestina para intentar demostrar que existen historiadores israelíes disidentes respecto de los orígenes del conflicto, dejó en evidencia que el liderazgo palestino ha adoptado una estrategia peligrosa: tratar de construir un relato al margen de la verdad histórica y alcanzar sus metas políticas sin considerar el diálogo.
Así se refleja también en la columna publicada en este mismo medio sobre este tema.Manteniendo su tradicional estrategia, el columnista sustenta sus axiomas anti israelíes en excepciones y sobre todo en omisiones, como por ejemplo la corrupción desatada, falta de democracia, violación a los derechos humanos y persecución a los cristianos que imperan en Gaza a diario
En relación con los argumentos expuestos en la mencionada columna, no hay que olvidar que la salida de 400.000 palestinos es la consecuencia directa del rechazo del mundo árabe al Plan de Partición de la ONU de 1947 (Resolución 181). Y tampoco se debe omitir que en forma paralela a la guerra contra Israel iniciada por los estados árabes unos 800.000 judíos fueron forzados a dejar esos países.
Por otro lado, en relación a la supuesta falta de libertades de los árabes que viven y son ciudadanos de Israel, si bien no somos una sociedad perfecta, solo cabe mencionar que en el parlamento de Israel los árabes tienen una representación de 17 miembros, mientras que como contraparte podemos decir que en las ciudades palestinas un israelí o un judío con suerte podría sobrevivir.
Y finalmente, cuando se menciona a Isis como amigo de Israel y los norteamericanos, solo queda sonreír. Es entendible que al columnista no le guste Isis, porque su visión calza mejor con el fundamentalismo de Hamas que con el Estado Islámico.
En definitiva, la cultura de la falta de verdad y del engaño que se ha apoderado de algunos líderes palestinos solo busca anular a Israel y su sueño. El constante ataque al sionismo, que es el movimiento de liberación nacional del Pueblo Judío, es un intento más de negarnos el derecho que corresponde a todo pueblo en el mundo.
Ya existen 22 países árabes y solo un país judío. Israel está a favor, repito, a favor de un Estado palestino, siempre y cuando sea un estado democrático, que conviva en paz con Israel, para lo cual tendría que constituirse no de una manera unilateral ni hostil, sino como resultado de un acuerdo de paz y reconciliación con Israel.
Por lo tanto, basta de ocultar la verdad, de incitar al odio y de culpar de todo lo malo que le sucede a los palestinos a los demás (Israel, EEUU, mundo occidental, mundo cristiano, mundo moderno, etc.).
Es tiempo que los líderes palestinos en todo el mundo dejen su actitud belicosa e intolerante y asuman que la paz solo llegará cuando adopten la verdad y el diálogo.