África, el Caribe y Europa formaron durante siglos un triángulo económico en el que del continente africano salía la mano de obra esclava, en las Antillas se sembraba la caña de azúcar y en Europa se invertían los beneficios. Otra vez vuelven a cruzarse los caminos pero esta vez de Cuba salen los médicos, en África están los enfermos y en el viejo continente los asustados.
Hasta ahora 160 trabajadores de la salud han sido enviados a África occidental y cerca de 300 se les unirán próximamente para luchar contra el ébola. A pesar del entrenamiento recibido antes de la partida, ellos estarán en peligro constante.
La noticia tuvo repercusión internacional, Washington Post y New York Times lo destacaron y el propio secretario de Estado norteamericano, John Kerry lo agradeció.
Pero el envío de médicos cubanos no es una excepción, bajo los principios de la cooperación Sur-Sur.Actualmente más de 50 mil médicos cubanos trabajan en 66 países apoyando sus sistemas de salud, especialmente en atención médica primaria, generalmente en los lugares donde los profesionales autóctonos no quieren hacerlo, y en comunidades de difícil acceso e inseguras.
Desde el triunfo de la revolución en 1959 Cuba ha estado en África de dos formas, primero luchando por la independencia de las antiguas colonias europeas y después como personal sanitario en unos países que las otroras metrópolis solo atendían vía el voluntarismo de organizaciones no gubernamentales.
Cuando los soldados cubanos llegaron a África en la “Operación Carlota” volvían los descendientes de los que salieron encadenados siglos atrás en las bodegas de las galeras hacia un futuro de esclavitud. Caída la Unión Soviética y en tiempos de pos guerra fría, los médicos dieron el paso al frente.
Cuba un país pequeño y pobre está tomando el liderazgo internacional en la lucha contra el ébola, mientras los países ricos le tienen miedo a África, más preocupados en crear fronteras para evitar su diseminación.
Por su parte Estados Unidos enviará a cuatro mil militares que harán escala en las bases militares que tienen en España, ya les autorizó el descanso el gobierno de Mariano Rajoy que a pesar de tener el primer caso de contagiado fuera del continente africano no ha movilizado recursos para enfrentarlo en los países de origen, tan solo asumió la repatriación en aviones militares de los misioneros católicos españoles que se contagiaron.
Según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cifra de muertos por la enfermedad supera en tanto los cuatro mil 500, mientras que la cantidad de contagiados es de unos nueve mil.
Europa vive paralizada ante el miedo al contagio de una enfermedad que transpira pobreza. El secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon ya lo advirtió: “necesitamos una movilización 20 veces mayor”.