Jim O’Neill, economista global en Goldman Sachs, escribió un ensayo haciendo un juego de palabras entre el acrónimo originado de Brasil, Rusia, India y China, y el vocablo inglés “brick”, que significa ladrillo.Lo tituló “Building Better Global Economic BRICS” (Construyendo mejores ladrillos económicos globales).
El término sintetizó una situación oportuna y poco conocida: países muy poblados, economías ascendentes, una clase media en proceso de expansión y un crecimiento superior a la media global. Además, los BRIC han adecuado sus sistemas políticos para abrazar el capitalismo global.
El estudio predice que en la competencia económica mundial, China e India serán los proveedores globales dominantes de tecnología y de servicios, mientras que Brasil y Rusia juntos, ya constituyen los mayores surtidores de materiales y alimentos del mundo actual.
En consecuencia, los BRICS -porque se debe añadir Sudáfrica- tienen el potencial de formar un bloque económico de enorme alcance, con un estatus mayor que el actual G7 + Rusia. Sin embargo, hasta el momento, no se ha hecho público ningún texto formal del cual los cinco Estados sean signatarios. Esto no significa, sin embargo, que no hayan alcanzado una multiplicidad de acuerdos bilaterales o aún trilaterales, entre sus miembros.
Los BRICS han celebrado hasta ahora seis cumbres: en 2009 en Yekaterimburgo (Rusia), el 2010 en Brasilia (Brasil), el 2011 en Sanya (China), el 2012 en Nueva Delhi (India), el 2013 en Durban (Sudáfrica) y esta última en Fortaleza (Brasil).
En la Cumbre de Fortaleza 2014, además de Dilma Rousseff, participaron los presidentes de Rusia, Vladimir Putin; de China, Xi Jinping; de Sudáfrica, Jacob Zuma y el Primer Ministro de India, Narendra Modi. Una agenda apretada, ya que al día siguiente se realizaba la Cumbre con UNASUR y el subsiguiente con CELAC.
UNASUR está formada por los doce estados de Suramérica, cuya población conjunta de 400 millones de habitantes representa el 68% de la población de América Latina. Como proyecto de integración regional, tiene como objetivo construir de manera participativa y consensuada, un espacio de integración y unión en lo cultural, social, económico y político entre sus integrantes. Sus actuales diferencias ha ralentizado el proceso aunque su potencial sigue siendo potente.
Los BRICS han estado promoviendo una reforma más rápida y mayor peso en el Fondo Monetario Internacional. Además, han pedido al Banco Mundial que “promueva relaciones de igualdad” entre países, en lugar de mediar entre el “Norte” y el “Sur”.
No es extraño entonces, que en esta VI Cumbre de los BRICS, las cinco potencias emergentes formalizaran la creación de un banco de fomento , volcado en las naciones en desarrollo. El nuevo banco comenzaría a operar dentro dos años y se propone ser alternativa al Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
El banco de los BRICS nacerá con un capital inicial de 50.000 millones de dólares, de los que cada país aportará una quinta parte, y la sede del organismo estará en China. Su giro será la financiación de proyectos de infraestructura y desarrollo en los miembros del foro, pero también en determinados países de África y América Latina. Los miembros de UNASUR están principalmente interesados en el financiamiento de proyectos en infraestructura.
Brasil y China apuestan por América latina. China ha logrado una participación creciente en el comercio de los países sudamericanos y es el principal socio de Brasil. Según datos oficiales, ha invertido unos 100.000 millones de dólares entre 2005 y 2013. Es obvio que desea ampliar su presencia en los mercados de la región.
El solo anuncio de la creación del Banco de los BRICS motivó a algunos presidentes sudamericanos a conjurar un nuevo futuro para la región. En diferentes estilos, claro está. El Presidente Maduro sostuvo que comenzaba a cambiar la “cara de la geopolítica mundial” en alusión a Estados Unidos. En línea similar, la Presidenta Fernández declaró que la decisión del foro BRICS ayudará a la constitución de un “nuevo orden financiero global”, un objetivo que calificó de “justo e imprescindible”, acosada como está por los “fondos buitres”.
El Presidente Mujica señaló que “en un mundo financiero” tan “imprevisible” e “inseguro”, los BRICS pueden colaborar y aportar un poco del “equilibrio necesario”, poniendo un poco de distancia y sensatez al asunto.
Independiente del rol que a futuro los BRICS jueguen en la política mundial, su presencia en América del Sur atraídos por Brasil, es una muestra de la importancia de UNASUR en el mundo y una reafirmación del proyecto de dotar a la región suramericana de una infraestructura para la integración y el intercambio global.