Las elecciones municipales de este domingo en Venezuela tienen algo especial. Es que al margen de la elección de alcaldes y concejales en los 337 municipios en que se divide el país, tanto gobierno como oposición se juegan mucho de su futuro en el resultado de la contienda local, y así se lo han hecho saber a una ciudadanía que se encuentra cada vez más polarizada de cara al 8D.
Venezuela no se encuentra bien.Tras 14 años del chavismo en el poder, el país está económicamente golpeado y sufre una inflación que sobrepasa los 50 puntos,y un desabastecimiento generalizado, mientras que en las calles se vive una violencia inusitada, tanto por efecto de la delincuencia como por odios políticos.
Maduro rápidamente ha echado mano a la vieja táctica de acusar a la oposición de estar detrás de todos los males del país, y ha sindicado a Leopoldo López, María Corina Machado y Heríque Capriles como una “trilogía del mal” que busca derrocarlo inconstitucionalmente.
Así es como el presidente de Venezuela acudió a la Asamblea Nacional para recibir poderes excepcionales y, tras una habilitante, se encuentra facultado para gobernar por decreto.Esto le ha permitido llevar adelante su lucha contra aquella “guerra económica”, que dice los burgueses han lanzado contra el pueblo.Con este último movimiento, Maduro ha finalmente socavado gran parte de las instituciones democráticas de la nación.Todas salvo las elecciones populares.
Las urnas serán entonces el campo de batalla donde gobierno y oposición busquen legitimar sus posiciones. Tras una presidencial marcada por el deceso de Hugo Chávez, y con resultados altamente cuestionados –que aún no son del todo auditados por la CNE-, la oposición apuesta por utilizar un resultado positivo como evidencia del fraude en los comicios de abril, “ya nos robaron las elecciones el 14 de abril y no vamos a permitir que eso vuelva a ocurrir”, sostuvo Leopoldo López.
Al mismo tiempo, un resultado electoral positivo para la oposición permite a los demócratas dentro de la oposición, aquellos que han logrado imponer la vía electoral por sobre los que llaman a derrocar a Maduro, e incluso impulsar la medida del referéndum revocatorio.
Capriles mismo se juega mucho al interior de la MUD, puesto que la derrota significaría un retroceso en la carrera electoral del contendor número uno de Nicolás Maduro, y un complejo escenario al interior de un movimiento antichavista que sólo tras Capriles ha logrado presentar una línea uniforme.
Por lo mismo, la oposición apostará por ganar en los sectores urbanos, más poblados, a modo de extrapolar los resultados al nivel nacional y, al menos, quedar en buen pie para las próximas elecciones legislativas.
Por su parte, Nicolás Maduro también arriesga mucho en estas elecciones.Imponerse en los comicios del domingo le brindaría el manto de legitimidad que ha buscado desde que fuese electo a comienzos de año, dirimiendo de una vez por todas a su favor el tema de las presidenciales y su estrecha victoria, acallando las críticas internacionales que sus contendores han logrado difundir.
Pero en caso que los resultados acompañen a Maduro y al chavismo, los cambios son inevitables.El triunfo municipal debería dar al gobierno margen de acción para normalizar un discurso que se ha radicalizado en la medida que se acercan las elecciones.Adecuando la gestión a un pragmatismo que se requiere de cualquier forma dada la delicada situación interna del país, restaurar las confianzas en su gobierno y mantener con vida el proyecto chavista.
Como vemos, las elecciones municipales en Venezuela, aunque siempre importantes, en esta ocasión en particular han adquirido un trasfondo mayor.Simplemente nada quedará igual tras ellas, sea cual sea el resultado.
La importancia entonces de contar con unas elecciones limpias que demuestren cuál es la intención de los ciudadanos venezolanos, es el instrumento más efectivo para lograr los cambios que el país necesita.
Chile y la región deben estar atentos a las señales y, más allá de los líderes favorecidos, apoyar el tránsito hacia una sociedad más democrática y pacífica para Venezuela.