Este domingo Argentina acude a las urnas en sus Elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO),proceso que a diferencia de Chile es obligatorio tanto en participación de los votantes mayores de edad (los mayores de 16 también votan, pero no obligatoriamente)y las agrupaciones políticas; estas últimas forzadas a presentarse en una o más listas por provincia, obteniendo al menos el 1,5% de los votos válidamente emitidos si es que desean estar habilitados para competir en las elecciones legislativas y provinciales a realizarse el próximo 27 de octubre.
Luego de esto, el día 10 de diciembre los trasandinos renovarán 127 de los 257 diputados nacionales, mientras que el senado lo hará con 24 de un total de 72 congresistas.Adicionalmente las provincias, autónomas en su proceso electoral por efecto del sistema federal, realizarán sus propias elecciones locales, en muchos casos aprovechando la coincidencia con las nacionales.
Las elecciones de este año corresponden al medio término presidencial, puesto que Cristina Fernández de Kirchner fue reelecta en 2011 con el 54% de los votos, por lo que no se elegirá nuevamente presidente hasta el 2015.
El resultado de este proceso será de gran importancia para la presidenta Argentina quien, además de requerir las mayorías parlamentarias para llevar adelante su agenda legislativa como todo presidente, desea realizar reformas constitucionales que le permitan extender aún más la vida del kirchnerismo, que en 2013 celebra un decenio en el poder desde la asunción de Néstor Kirchner.
Alarma el éxito y entusiasmo que están mostrando algunos presidentes latinoamericanos por buscar fórmulas y mecanismos que les permitan perpetuarse en el poder más allá de los períodos presidenciales establecidos constitucionalmente.
Cuba, Nicaragua y Venezuela cuentan con reelección presidencial indefinida, Ecuador se ha propuesto lo mismo, aunque el Presidente Rafael Correa –quien se encuentra en su tercer período presidencial gracias al cambio constitucional de 2008- ha dicho que no pretende presentarse en 2017.
Situación similar a la de Correa es la que atraviesa Evo Morales en Bolivia. La Constitución Política aprobada en 2009 en teoría obviaría su primer período presidencial y le permitiría presentarse a un tercer período en 2014, y todo parece indicar que no honrará el compromiso que adquirió de no presentarse nuevamente.
Alberto Fujimori en Perú fue otro de los que utilizó esta estrategia para completar tres períodos presidenciales continuos.
En Argentina, Carlos Menem no tuvo fortuna con su intento de asegurar un tercer período bajo la fórmula antes descrita.
Otro que no logró una segunda reelección fue Álvaro Uribe en Colombia quien, si bien logró reformar la constitución para ser reelecto en 2006 para un segundo período, fue rechazado por la Corte Suprema cuando se buscó realizar un referéndum para aprobar la segunda reelección en 2010.
Volviendo a las elecciones argentinas, el Frente para la Victoria de Fernández hoy no cuenta con las mayorías necesarias en la Cámara de Diputados para impulsar una ley que propicie un cambio constitucional.
En teoría, los kirchneristas requieren 172 escaños, que de acuerdo a los resultados de votaciones en la cámara significa que no sólo debe reelegir todos los diputados que ponen su cargo en juego en esta elección sino, de acuerdo a lo planteado por Horacio Minotti, arrebatar junto a sus aliados 35 diputados extra a las fuerzas políticas opositoras. En el senado la contienda también será dura, puesto que el oficialismo pone en juego 13 de los 24 senadores que se definirán en octubre.
Si con este escenario se ve difícil lograr las mayorías oficialistas necesarias, más todavía se ven dificultadas las opciones de Fernández dado la pugna que se ha gestado con algunos de sus ex colaboradores.
En la provincia de Buenos Aires, el distrito más importante en nivel de votación, y que concentra sobre 11 millones de electores (38% de los electores nacionales), el candidato oficialista Martín Insaurralde se ve superado por Sergio Massa, intendente de Tigre y antiguo colaborador de los Kirchner.
Con tan sólo 41 años, Massa se ha desempeñado en el justicialismo como titular de seguridad social, diputado, y jefe de gabinete presidencial, siempre dentro del oficialismo, aunque manteniendo una personalidad propia.
Marcado por el incidente de Wikileaks del año 2010 en que se revelaron sus conversaciones en que trata en malos términos a Néstor Kirchner y, tras la elección provincial de 2009 en que Massa apoyó a su mujer frente a la lista que apoyaba en la provincia el entonces candidato a Diputado Néstor Kirchner, Massa ha formado su propio frente electoral para competir contra la presidenta, llamado Frente Renovador Peronista (Ferepe).
Hoy se presenta como candidato a diputado por la provincia de Buenos Aires, en una prueba de su fuerza electoral y como alternativa para un 2015 donde Cristina Fernández pueda no ser una opción.
Con todo, el período electoral que se abre hoy en Argentina nos dirá mucho sobre lo que ocurrirá en dos años más.
¿Podrá el kirchnerismo mantenerse con fuerza en Argentina? ¿Existen sucesores capaces de vencer en las elecciones de no lograr Fernández el deseado cambio constitucional?
En Chile debemos mirar con atención lo que pasará estos meses al otro lado de la Cordillera.