Ningún debate es tan esencial como el de los fundamentos del régimen democrático, puesto que se relaciona con la forma de concebir la vida en libertad, vale decir, el modo en que se expresa el compromiso con la Declaración Universal de los Derechos Humanos en todo tiempo y en todo lugar. Por lo tanto, lo que cabe exigir a los líderes políticos es que hablen claro sobre esta materia.
Es valioso que el diputado Osvaldo Andrade, presidente del PS, al ser consultado acerca de su opinión sobre el régimen imperante en Cuba, haya respondido así: “El régimen político cubano no cumple con los estándares básicos de una democracia, y lo decimos sin ningún problema”. (El Mercurio, 9/02/2013).
Al día siguiente, el diputado Guillermo Teillier, presidente del PC, contestó: “No sé cuáles son los estándares que él prefiere de democracia, si una democracia estilo occidental, una democracia distinta…”. Y agregó: “Hoy son las Naciones Unidas las que ejercen el control respecto de cómo los países cumplen con los derechos humanos. Y si miramos eso, yo creo que en Cuba hay algunas restricciones, se han ido liberalizando algunas cosas, y si comparamos con Chile, creo que a Chile, hoy día, le llaman más la atención por restricciones a los derechos humanos que a Cuba, por varias cosas”. Enseguida, dijo: “Cuba no es una democracia como la que le gustaría al diputado Andrade, bueno…cada uno tiene su posición” .(El Mercurio, 10/02/ 2013).
El diputado Lautaro Carmona, secretario general del PC, completó el juicio partidario: “No se puede analizar el tema de Cuba sin considerar los 65 años de bloqueo de parte de la principal potencia que hay en el plano económico, militar y político. Y si así se hace, es de verdad hacer un análisis parcial, descontextualizado, que no permite explicarse todo. Los sistemas democráticos no son absolutos o únicos en todas partes del mundo, en cuanto a cómo se gesta su representación”.
Se entiende que fue un lapsus de Carmona la alusión “a los 65 años de bloqueo” a Cuba, pues ello incluiría a la dictadura de Fulgencio Batista (1952-1958). Cuba no está sometida a un bloqueo actualmente. Sí estuvo bloqueada por la flota norteamericana en octubre de 1962, con motivo de la crisis de los misiles.Lo que existe hoy es un embargo comercial de parte de EE.UU., política que despierta amplio rechazo en la comunidad internacional. Cuba comercia sin problemas con el resto del mundo.
Tiene razón Carmona cuando señala que los sistemas democráticos no son absolutos o únicos en el mundo, pero se supone que hay un momento en el que somos capaces de distinguir entre una democracia y una dictadura. Otra cosa es que se quiera diferenciar entre dictadores amigos y dictadores enemigos.
El 3 de febrero, se realizaron elecciones parlamentarias en Cuba, en las que hubo 612 candidatos para elegir a 612 diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular. Casi todos los candidatos eran miembros del partido único que existe en Cuba (Partido-Estado, más exactamente); el resto de los candidatos eran personas que cuentan con la confianza del partido único.
En Chile, como es obvio, la discusión sobre los estándares democráticos no puede desvincularse de la catástrofe que significó la pérdida de las libertades hace 40 años. Tenemos, pues, sólidos elementos de referencia para no confundirnos acerca de lo que representa la vida en dictadura y lo que representa la vida en libertad.
El régimen democrático parte de la base de que el poder no pertenece a ningún caudillo, casta o partido, aunque proclamen que encarnan una causa superior. Reconoce la existencia de ciudadanos, no de súbditos; se sostiene en la división de los poderes del Estado; reivindica el pluralismo, las elecciones libres, el derecho a asociarse, la libertad de prensa, etc.
Nada de eso existe en Cuba. Solo después de medio siglo el régimen de La Habana ha autorizado la entrega de pasaportes a quienes quieran viajar al exterior, aunque puso limitaciones a algunos profesionales. Es imposible no recordar que, en este período, decenas de miles de cubanos se lanzaron al mar en pequeñas embarcaciones con la esperanza de alcanzar las costas de Florida, y muchos perecieron en su intento.
No es posible comparar los estándares democráticos de Chile y de Cuba.Nuestro país es una república, mientras que el régimen cubano es lo más parecido a una monarquía: los hermanos Castro controlan todo el poder desde hace 54 años.
En Chile, elegimos Presidente cada cuatro años; el Poder Judicial es independiente; en el Congreso están representadas las fuerzas de derecha, centro e izquierda; existen plenas garantías para la formación de partidos; todos los partidos legales tienen acceso a los medios de comunicación y reciben incluso un aporte estatal para las campañas, etc. Necesitamos mejorar nuestra democracia por supuesto, pero a partir de lo conquistado.
La situación en Cuba es enteramente distinta: lo que allí existe es una dictadura militar; en rigor, la única dictadura militar que todavía sobrevive en América Latina.
Ojalá esté cercano el día en que los cubanos puedan vivir en libertad, decidir sobre sus vidas y participar en las decisiones sobre el rumbo de su país.