A José Agustín Hernández se le conoce más por el nombre de Adela, tiene 48 años de edad, fue tractorista y actualmente trabaja como técnico de electrocardiogramas en un hospital, además de ser la presidenta de su Comité de Defensa de la Revolución.
Pero en sus 48 años su mayor victoria ha sido ser elegida delegada municipal, en la segunda vuelta de los comicios locales celebrada en Caibarién, un pueblo de la provincia central de Villa Clara.
La disputa no fue fácil porque sus dos oponentes eran funcionarios de la Asamblea Municipal, a los que una candidata diferente, salida de la calle logró superar por más de cien puntos de ventaja.Adela dice que esto demuestra que en Cuba ahora hay más aceptación.
En su guardarropa solo tiene prendas de mujer, pero para la foto de su candidatura a la Asamblea Municipal tuvo que pedir prestada ropa masculina, ella asegura que no fue por obligación sino por un problema de respeto con sus electores.
Su vida no ha sido fácil, atrás quedan el rechazo familiar, el repudio de la sociedad, las detenciones por escándalo público simplemente por vestirse de mujer, pero ella siguió siendo como se sentía y con el tiempo se dio a respetar por ser como es.
El nombre de Adela le viene desde niño, se crió en una central azucarera que se llamaba así, en aquel ambiente era el único homosexual declarado abiertamente. Tuvo otros nombres, en la década de los noventa, cuando comenzó a trabajar como transformista, se dio a conocer con el nombre artístico de “Lucero, la sirena del merengue”, pero actualmente utiliza el de ‘Haila’ en los escenarios porque es la cantante cubana que más imita en sus actuaciones.
Adela vive en una humilde casa de madera adornada con pinturas de girasoles en un barrio marginal conocido como Aguas Indias en la periferia de Caibarién. Ella asegura que tiene el deber con sus vecinos y electores de conseguir que las autoridades resuelvan al menos el problema del alumbrado público y la inundación de las calles.
Ante el olvido de las autoridades, sus vecinos de este barrio insalubre la eligieron porque no tiene miedo a expresar lo que siente y como es.
Adela, abrió camino al andar.