Con las reformas fomentadas por el presidente cubano Raúl Castro, el sector del cuentapropismo pasó de ser real a ser legal y ahora comienza a ser visible incluso en espacios reservados en exclusiva al Estado.
La nueva edición de las Páginas Amarillas de Cuba, que edita la estatal Empresa de Telecomunicaciones ETECSA, incluirá por primera vez en cincuenta años a más de medio millar de anunciantes privados.
Las limitaciones para ser anunciados son que no “hubiera un enfoque consumista” y que el texto de promoción fuera “puramente informativo”,señaló Patricia Soler, directora del servicio de Etecsa, que distribuirá gratuitamente un millón de ejemplares.
Los interesados contratan los anuncios en peso convertible con una tarifa mínima equivalente a unos diez dólares, y pueden elegir entre dos formatos, una con información básica sobre el negocio (nombre, dirección y teléfono) y otra que permite comprar espacios publicitarios a diferentes tamaños y con imágenes incluidas.
La mayoría de los anuncios en la sección dedicada al sector privado corresponden al alquiler de habitaciones, restaurantes y estudios de fotografía, pero también podemos encontrar otros servicios privados como electricistas o salones de belleza.
Hasta ahora los negocios privados tenían como única forma de promocionarse el reparto de octavillas por las calles, los mensajes a teléfonos móviles o los distintos sitios web, o también ofrecer descuentos a los clientes si estampan en sus automóviles pegatinas de los restaurantes.
Desde que en octubre de 2010 el gobierno cubano abrió las puertas al trabajo privado, hasta el momento las autoridades han concedido más de 360 mil permisos para trabajo por cuenta propia.
La mayoría de las concesiones se concentran en el sector de la restauración, los servicios manuales y la venta de ropa, pero no abarcan a sectores estratégicos o a trabajadores con más cualificación.
Estos cambios están generando un incremento en las diferencias sociales, mientras muchos trabajadores por cuenta propia registran mayores ingresos al estar relacionados con el turismo, otros sectores profesionales como médicos, ingenieros o maestros siguen cobrando salarios muy bajos.