Más del 40% de la población de los EEUU, según encuestas de Gallup, no cree que nosotros los humanos hemos evolucionado desde formas de vida menos avanzadas. O sea, un gran número de estadounidenses no creen, ni entienden las ideas de Evolución que Darwin postuló hace 150 años.
Para peor, en algunos estados de la Unión en los años de 1930s, ellos que se ufanan de la libertad de culto y religión, fueron partícipes de presiones de grupos inspirados en la Biblia para prohibir la enseñanza de la Evolución en los programas de Ciencias en colegios públicos.
Esta amenaza surgió desde la propuesta de los así llamados Creacionistas en los EEUU para incorporar el Génesis en clases de Biología (con el relato que hace unos ocho mil años Dios creó el Cosmos y la Tierra en siete días).
Esto, en clara oposición a los hallazgos de fósiles por paleontólogos y las evidencias científicas de la Evolución que proponen otra cosa en un tiempo extraordinariamente mayor: catorce mil millones de años desde el comienzo del Universo a partir del Big-Bang propuesto por el jesuita belga George Lemaitre y el físico inglés Fred Hoyle.
Precisamente hace uso días la revista Nature editada en el Reino Unido publica que en otra parte del mundo, los Creacionistas de Corea del Sur han tenido un gran éxito y han convencido a su ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología para que“revise”los textos escolares de la secundaria y corregirlos omitiendo toda referencia a la Evolución con el añadido de excluir ejemplos de la evolución del caballo y remover contenidos acerca del “error” de la evolución del hombre, creación divina.
La presión del Mineduc de Sud-Corea se dirigió a los editores de textos escolares para “corregir” a los alumnos y modificar su visión del mundo. Incluso ponen en jaque los hallazgos de Charles Darwin en Galápagos cuando describió las diferencias entre pájaros que habitaban islas cercanas y que lo inspiró a cuestionar supuestos linajes pretéritos.
El poderío de los revisionistas proviene de una Sociedad Revisora de Libros (STR) que dice contar con el apoyo de profesores de Biología de la enseñanza Superior y de maestros de Ciencias de la Secundaria.
En breve, los Creacionistas postulan que un Ser en los Cielos creó al mismo tiempo y de un paraguazo al hombre, el caballo, la oveja, el pez, la rata y la rana (que cantaba debajo del agua) como se oye por acá.
Para un lector chileno cabe preguntarse si esto ¿corresponde a una influencia de los Creacionistas de los EEUU para una nueva interpretación de la humanidad en un pueblo inspirado en las tradiciones de Oriente?
O esta antipatía oficial a la Evolución en el desarrollo educacional de jóvenes de un país capaz de tecnologías subsidiarias como el Hyundai, los televisores LG y cuanta maravilla les compramos, ¿es otra influencia ideológica además de la tecnológica importada desde los Estados Unidos para ideologizar jóvenes ante la evidente amenaza de Kim Jong-Un, unos kilómetros más al Norte?
No somos inmunes a lo esotérico. Pertenecemos, con dignidad, a la globalización, somos permeables a bienes y culturas foráneas que analizamos con un sentido del beneficio y la oportunidad que llegue a cada chileno pero con un sutil filtro ciudadano. Mantengamos nuestras preferencias.