Ayer en comparecencia ante el Congreso de los Diputados en Madrid, el jefe del gobierno español Mariano Rajoy tenía que dar explicaciones al parlamento y a la opinión pública, respecto de la cumbre de la Unión Europea (UE) celebrada el 30 de enero en que participó, y la subida de impuestos del pasado 30 de diciembre.
Una impopular medida (que afecta a los de siempre, los que tienen menos) que durante toda la campaña presidencial pasada, el entonces candidato “popular” negó realizar contra viento y marea.
Pero la verdad es que la política española tiene acostumbrada a sus electores a esta clase de giros copernicanos (por parte de sus líderes), por no hablar de mentiras, traiciones y defraudaciones, prueba de ello es que en la primera demoscopia realizada, luego de adoptada la polémica decisión, señaló un apoyo mayoritario de los españoles a los recortes y al alza de impuestos. ¡Plop!
En esta ocasión, Rajoy frente al parlamento hizo un catastrófico diagnóstico de la situación actual del país, con un paro galopante (cerca de 5 millones de parados, casi un 22% que representa el doble de la tasa media de la UE), un déficit superior al previsto (sobre el 5,3% del PIB) y un imparable de-crecimiento de la economía (0,6%). Señaló, además, que “por desgracia las cifras de paro no mejorarán este año, sino más bien al contrario, irán a peor”.
Todo un contrasentido, si tenemos en mente el “ofertón” electoral de su campaña presidencial, cuando señaló que “él sería el encargado de devolver la alegría a los españoles”.
La señora Cospedal, una de sus lugartenientes, fue aún más enfática, y dijo que si “su partido ganaba las elecciones, el día 20N sería el primer día del fin de la crisis”.
Por su parte, otro de sus lacayos, portavoz de comunicación del PP, Esteban González Pons, decía que su formación “aspiraba” a crear 3,5 millones de puestos de trabajo apenas arribaran al gobierno.
O sea, lo que hizo el presidente del gobierno español como hábil contorsionista que es, técnicamente corresponde a un Headseat, es decir, juntar la cabeza con el trasero, que equivale simbólicamente a sentarse directamente sobre sus ideas.
Ahora, es evidente que el balance de los primeros meses de gestión es bastante triste, solo permite destacar aspectos negativas.
Ha mentido descaradamente a los españoles (subida de impuestos), ha realizado más recorte al gasto social y anuncia una nueva reforma laboral para enfrentar el desempleo y la crisis, en circunstancias que hace tan solo unos meses votó contra semejantes medidas adoptadas por el gobierno “zapaterista”, acusándole de tomar medidas completamente estériles y de ser autor del “mayor recorte al gasto social de la democracia”.
¡Donde dije digo, digo Diego!… Y sigue sin siquiera avizorarse el (famoso) plan integral que supuestamente tenía elaborado para resolver la crisis de un “plis-plas”.
En cambio hemos visto un ostentoso despliegue de la política del “cosismo” con la adopción de una serie de medidas más estéticas que efectivas, como por ejemplo el poder divorciarse vía un simple trámite notarial o que los altos ejecutivos bancarios no puedan cobrar más de 600 mil euros anuales. Alguien dijo por ahí, ¡pobrecitos!, no vaya a ser cosa que no lleguen a fin de mes…
Pura parafernalia, una verdadera cortina de humo que esconde inescrupulosamente la peor crisis que enfrenta este país desde los tiempos de su Guerra Civil, al mismo tiempo que pone en evidencia el talante populista y demagógico de este gobierno derechista.
Por otra parte, el líder de la oposición Pérez-Rubalcaba, otro que bien baila, quien otrora fue firme defensor de la política del “recorte” y el “carpetazo”, y de sus lesivas reformas, se manifestó completamente contrario, por inoportuna y estéril, a emprender una nueva reforma laboral. ¡Uf! Otra cosa es con guitarra…
Todo ello, pone de manifiesto que el paupérrimo combate/debate político español ha estado secuestrado por una retórica oportunista, vacua y ocultista, a manos de una clase política profesional, corrupta e incapaz, salvo las honrosas excepciones del caso,… que elude y esconde los temas de fondo, ya sea por confusión, claudicación o por complicidad, según de quien se trate.
Estamos hablando, en concreto, de la puesta en marcha de toda una maquinaria de destrucción contra el estado del bienestar (el modelo) europeo por parte del capitalismo financiero global so pretexto de la crisis.
Esperemos que las democracias escandinavas sepan resistir, pues luego irán a por ellas, el último baluarte de las democracias occidentales.