Bajo el nombre “Redsocial” Cuba lanzó su propia versión de Facebook dirigida a estudiantes universitarios y que podrá ser visitada mediante el acceso de la red nacional, es decir vía intranet.
La idea partió del ministerio de Educación Superior de Cuba con el apoyo del Instituto Superior Minero Metalúrgico de Moa como punto de encuentro virtual entre las universidades cubanas y en el primer día ya tenía más seis mil usuarios registrados.
Según la Unión Internacional de las Telecomunicaciones (UIT) durante el año 2009 existía en la nación antillana alrededor de 1,6 millones de internautas cubanos, lo que representa la cifra más baja de toda la región.
Siendo uno de los países con la peor infraestructura, Cuba es la cuarta nación del mundo en habilidades en el uso de la computación, con miles de graduados en la Universidad de las Ciencias Informáticas.
Dentro de las diversas disposiciones que las autoridades estadounidenses imponen a Cuba, está la limitación del acceso a algunos servicios de internet, obligándola a acceder vía satelital, lo cual hace lento y costoso el servicio.
Para subsanar los problemas de conectividad se tiró desde Venezuela un cable telefónico submarino, el cual después de seis meses no ha entrado en funcionamiento, y la obra significó la detención de algunos directivos del proyecto investigados por presunta corrupción.
Anualmente Estados Unidos destina millones de dólares para crear redes clandestinas dentro del país que van destinadas principalmente a los sectores más jóvenes, intentando crear sin éxito revueltas como las de la “primavera árabe”.
Las autoridades norteamericanas fomentan el fenómeno de la “ciber disidencia” ante la incapacidad de la oposición clásica por conseguir un apoyo popular que respalde sus reivindicaciones.
En medio de este conflicto, el estadounidense Alan Gross fue condenado a quince años de prisión por introducir y distribuir clandestinamente en Cuba sistemas satelitales dentro de un proyecto avalado por una agencia gubernamental de los Estados Unidos.
Este diferendo ha generado en algunos sectores en la isla una cultura defensiva de “castillo sitiado” que ha significado una cierta polarización de la blogosfera cubana, que deja en segundo lugar los temas menos politizados.