Es profesor de castellano, pero toda su vida la ha dedicado a la política o, más específicamente, a la militancia en el Partido Comunista. Hincha de Universidad de Chile, es asiduo lector y en los últimos años dedica casi todos los días del mes a sus labores como diputado, después de ser uno de los comunistas que rompió el cerco del binominal en el Congreso.
No siempre y no para todos se llamó Guillermo. Durante varios años usó el seudónimo de “Sebastián” en medio de la clandestinidad del Partido Comunista durante la dictadura. Fue dirigente de las Juventudes Comunistas, pero ya en el partido, desde 1988 integró la Comisión Política y le correspondió el nada fácil desafío de reemplazar a Gladys Marín –después de su fallecimiento- en la presidencia del PC.
Tiempos difíciles y de horror los vivió cuando fue detenido en junio de 1974 y enviado a la Academia de Guerra de la Fuerza Aérea donde fue torturado y hostigado por ocho meses. Después estuvo en otros centros de detención de presos políticos. De esa situación es su libro “De academias y subterráneos”, aunque también escribió “Carrizal, el año decisivo” sobre la experiencia de resistencia antidictatorial de su partido.
Nació en Santa Bárbara, en la Región del Bío Bío.