28 abr 2015

¿Una simple chiquillada ?

Noticia. Tres jóvenes, dos arrestados y uno fugado, deben pasar su primera noche por acto voluntario y consiente en un recinto policial, con padres atemorizados de su suerte.

Causa: pintar carro del metro con grafitis y ser detenidos por personal de servicios  de vigilancia y policía.

Condición: parar intencionadamente un tren del Metro mediante la utilización del freno de emergencia.

Ubicación de los sujetos: último carro del Metro, seguramente elegido para darse más tiempo.

Tiempo de detención: justo cuando el tren se detiene normalmente en una estación, a lo cual se le imprime el mecanismo del freno automático para hacer más extenso dicho tiempo de detención.

Tiempo para llevar acto de la denominada pintura artística: más que un tiempo necesario del utilizado comúnmente para estos efectos de subida y bajada de pasajeros; igual, más tiempo para cometer la fechoría.

Defensora pública: fue una chiquillada.

Padres: estamos muy molestos ¿y qué más?

Juez(a): no pueden entrar a la estación en donde cometieron la chiquillada durante por lo menos 30 días.( ¿no existen otras estaciones del Metro donde se pueda hacer lo mismo?)

Peligros: para los guardias del Metro, para los tiernos muchachines correr por las vías del Metro.Nada muy importante, podría haberse electrocutado uno de ellos, pero nada que resaltar.

Costo para la Empresa: a lo menos quinientos mil pesos. ¿Quién los paga? El Estado, la empresa, los padres, los chiquilines, los usuarios.

Duración de la noticia en los medios, ¿20 segundos?

Sistema de sanción aplicado (premio o castigo): una simple amonestación.

Y podríamos seguir obteniendo elementos de este simple hecho social, producido por jóvenes que seguramente estarán en días próximos en otros eventos de carácter social, en donde su presencia quizá sea más notoria en contra del sistema imperante. Sistema que no solo está compuesto por elementos de carácter económico, especialmente en su concepción del Mercado, como dios único, sino por una cultura de la desatención de la formación de las nuevas generaciones.

Es la cultura conformada por los padres de hoy, criados como hijos del Dr.B. Spock  (“hay que dejar que los niños hagan lo que quieran para cuando lleguen a adultos sean libres”) que dejan que sus hijos se formen sin límites, sin normas y sin valores que los molesten.

No vaya a ser que el niño o la niña, ese chiquillo tan simpático y con cara de bonachón (o enojado perpetuo),  se enrabie y no nos ofrezca más sus afectos, que tanta falta nos hacen hoy día a los que ya somos adultos. Preferimos darles el beneplácito en todo a verlos enojados, pues nos dejan huérfanos de los afectos que seguramente el Dr. Spock recomendó a nuestros padres y a los pediatras en términos de una formación no normativa.

Lamentablemente, para muchas generaciones que “dejan hacer” a sus hijos lo que ellos quieren, esto tiene un precio. En la noticia, los padres decían que estaban molestos. Suponemos que después de esa declaración a la TV se habrá seguido una plática con una mayor dosis de normatividad y aplicación de sanciones. En caso contrario, esos chiquilines no pintan para ningún Premio Nobel de la Paz.

Pasa lo mismo en el sistema escolar en donde muchos profesores, padres y apoderados prefieren “dejar hacer” para no acarrearse problemas con ellos o con aquellos que los representan. Se genera así un círculo vicioso que no termina si no hay una palabra, una autoridad, que muestre los límites de las relaciones inter sociales, de respeto por el otro, por los bienes comunes, de orientaciones normativas y valóricas, de afecto y cariño en abundancia, pero con firmeza de carácter y personalidad.

Quizá sea esta una tarea que hoy deben ocupar los padres y apoderados de nuestro sistema educacional, como primera faena de cooperación con la tarea educativa de los profesores, que muchas veces se ven desbordados no por sus incompetencias técnicas, sino por el fruto que deben enfrentar en sus pupilos y que normalmente viene con ellos desde sus propios hogares.

La cultura de la familia se trasmite a la escuela, así como la cultura de la escuela se trasmite a la familia misma y al barrio para desembocar, con el tiempo, en la sociedad global. Por lo mismo ¿en el ejemplo tratado, estamos frente a una simple e inocente chiquillada?

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  • Pedro Pagliai

    “Seguramente”

    La palabra seguramente es reiterativa. Eso indica que el autor especula y acomoda sus conclusiones para dar a entender sus ideas, pero para alguien venido de las pléyades, no tendrían ni pies ni cabeza. Por ejemplo, me pregunto quién en este mundo, se cría en una sociedad sin límites, normas o valores, empleando como justificación las controversiales sugerencias del Dr. Benjamin Spock respecto de la crianza de los hijos. De forma sutil, despojamos de la dignidad que tenemos la personas, aún cuando hagamos lo que hagamos hechos, es más conveniente y conviencente para tu interlocutor preguntarse cuáles son los valores , normas y límites que estos jóvenes “tienen” porque desde esa información podemos contrastarlas con las propias, y no escribir “seguramente” para justificar y/o compensar la sed de sed de venganza que pueda existir porque como chilenos y pagador de impuestos, nos hacemos cargo de estos gastos, al igual que un sin fin de otros que eventualmente desearíamos que no existieran, a modo de ejemplo, dietas parlamentarias, financiamiento de campañas, esos temas que dominan la agenda diaria.

    Ese pensamiento es fuertemente represivo y propio de un forma de entender la educación, que confunde el medio con el fin; Represivo porque se sirve de alguien para argumentar, y ese alguien jamás ha tomado contacto.

    Gabriel, felizmente tu opinión está sólo en tu mente, lo que narras no es tan cercano al hecho de hablar con eso jóvenes y descubrir su realidad y las verdaderas motivaciones que tienen y comprender sus límites, sus valores o sus propias normas. Quizás sean opuestas a las tuyas, o algunas similares, el hecho es que no te sirvas de los demás, para justificar tu deseo de crititcar al modelo, a los padres, a tus pares y colegas.

    El modelo de pensamiento que representa tu artículo va en retirada, porque si pudieras eliminar todos los juicios que emites, queda un papel vacío, sin sustancia.

    ¿no será tu artículo una chiquillada, o bien un berrinche rabioso de un bebé que quiere que las cosas sean a su modo?

    • http://www.depunet.cl Gabriel De Pujadas Hermosilla

      Agradecido por tu opinión que, dicho sea de paso, me suena de la misma naturaleza a lo que argumentas en relación a mi artículo. Al parecer tu tienes un sentido de realidad mucho mayor que el mío y sería bueno que lo expresaras escribiendo lo que piensas, como propuestas constructivas, que hoy tanto necesitamos.Además tienes fuerza y escribes bien, Cordialmente. Gabriel de Pujadas.

      • Pedro Pagliai

        Concuerdo, es de la misma naturaleza, un llamado de atención, que invita a veces sí, a veces no, a ver las cosas de otro modo.

        Entiendo y creo que al replicar corroboro mis propias creencias, más que persuadir a alguien a que cambie las suyas, pero creo que busco una resonancia en el sentido de insistir que el enfoque que interpretamos los hechos, insisto, define y confirma a la postre nuestra propia experiencia. ¿entonces la pregunta es? Siguiendo esta secuencia, ¿cómo cambiar mi experiencia? En ningún caso puedo deslegitimo el genuino deseo de buscar la mejora del prójimo y de su entorno. Mis acotaciones van más que nada, a señalar que empleamos las mismas formas que hemos replicado de nuestra sociedad. Si bien empleo el mismo mecanismo, el enfoque es “ligeramente” distinto.

        Por otro lado, yo no diría que hay un sentido de realidad mayor o menor, hay tan solo sentidos de percepción diferentes. Tal comprensión me impele día a día abandonar las estructuras heredadas por la familia, el colegio, la sociedad donde convivimos para encontrar otras nuevas, más adecuadas a lo que creo para mí y que quiero compartir, sin que caer en proselitismo ni censurar a quienes sigan las suyas particulares.

        No me baso en una lucha por cambiar o reclamar contra la sociedad, ni tampoco en hacer un sacrificio por el bienestar de alguien más-todos esos valores muy arraigados en el colectivo- sino tomar consciencia que todos estamos implicados, que todos estamos conectados; que el bienestar propio incide en el bienestar de los demás, y que cualquier cambio social tiene como punto de partida el trabajo individual. De todos modos, lo que te motiva a escribir no es tan alejado a mi interés por replicar y de ese modo llegar a un punto de encuentro y resolver la siguiente encrucijada que la vida nos plantea.

        Sin fricción, no hay avance ( ni placer)

        Saludos!

  • Eleodoro Espinoza C

    Buen comentario, es indignante todas las cosas que se toleran a los gritones, mal educados, flojos, violentistas, irrespetuosos y desadaptados en nombre de la Libertad , la Democracia y los DDHH.