El 14 de mayo fue el día que en 1920, se firmó el Decreto Supremo que concedió personalidad jurídica y aprobó los Estatutos de la Universidad de Concepción lo que explica que este día haya quedado como fecha emblemática de la celebración de su Aniversario.
No obstante, hay que recordar que fue un 17 de marzo de 1919 cuando el profesor Salvador Gálvez Rojas dicta la primera clase de Química a los 28 alumnos del primer curso de Farmacia, fecha que coincide entonces con la iniciación de actividades de la Universidad de Concepción.
Por eso es que hoy la Región del Bío Bío y el país saludan con alegría los 95 años de vida de esta institución de educación superior.
La Universidad de Concepción fue la primera creada en regiones y es la tercera del país después de la Universidad de Chile y la Pontificia Universidad Católica de Chile y es un señero ejemplo de lo que las regiones empoderadas y convencidas de su contribución al desarrollo nacional pueden hacer por sí mismas.Efectivamente, ella nace como una creación de la Región que se superpone a la resistencia y a la indiferencia de los poderes centrales e inicia de hecho sus actividades en ese memorable marzo de 1919.
Es significativo recordar en esta fecha, el pensamiento de don Enrique Molina Garmendia, su Rector Honorario Vitalicio, cuando señalaba que una Universidad “no estaba constituida por el sólo conglomerado de escuelas profesionales, por muy completas que sean en su número y en su calidad, escuelas en que los jóvenes vayan a sólo vivir ciertas capacidades intelectuales y técnicas que les permitan ganarse la vida. Ni queda constituida tampoco por el hecho de agregar a esas escuelas, institutos de investigación científica ni por la preparación de especialistas.El alma de la Universidad tiene que formarla un ambiente filosófico y ético, que dejándose sentir en cada escuela, encuentre su expresión más definida en una Facultad Central de Filosofía y en el cultivo de las humanidades”.
Ciertamente entendemos aquí porque él nos señalaba que “no se pretendió fundar una nueva Universidad sino que una Universidad nueva”.
¡Qué duda cabe, que más allá de vaivenes y dificultades temporales, la Universidad de Concepción ha sido fiel a esa vocación!
Miles de profesionales formados en las múltiples y variadas áreas del conocimiento han servido y sirven al desarrollo nacional, muchos de ellos contribuyendo en diversas áreas geográficas al prestigio internacional de Chile. Todos ellos reconocidos por su vocación de servicio público.
Cientos de especialistas e investigadores de relevancia formados en sus diversos programas de posgrado, particularmente sus Doctorados y Magíster acreditados y de excelencia, contribuyen a la creación de conocimiento relevante trabajando en un mismo nivel con centro de excelencia extranjeros.
Centros de Investigación pioneros y de excelencia en ciencias ambientales, en minería, metalurgia y geología, en biotecnología, en agricultura, en recursos marinos, en el desarrollo forestal, en la salud pero también en educación y humanidades dan cuenta de la validez de esta visión de sus fundadores.
Hoy, en el marco del desarrollo de la Tercera Misión, contribuye además de manera notable al desarrollo de la transferencia tecnológica, a la vinculación con el sector productivo y al patentamiento.
Múltiples instancias de reflexión sobre el acontecer nacional y global, como sus célebres Escuelas de Temporada, y una sucesión interminable de eventos internacionales que se suceden en sus tres campus representan un impacto y contribución a la formación y al desarrollo de toda la sociedad.
Es que para la Universidad de Concepción, una marca de identidad ha sido su compromiso social en las distintas épocas del acontecer nacional, por ejemplo: reforma universitaria, resistencia a la dictadura, consolidación democrática, reconstrucción frente a las catástrofes.
Honor y gloria a los miles de académicos y funcionarios que han moldeado su historia, a sus miles de estudiantes solidarios y a sus miles de egresados que han hecho y hacen Patria.
Honor y gloria a la contribución relevante para Chile que la Universidad de Concepción escribirá para los años que han de venir “siempre en las alturas puesto el pensamiento”.