16 may 2015

Factores territoriales y persistencia de pobreza rural

La pobreza rural en Chile no ha recibido la atención suficiente por parte de las políticas de Estado y las zonas rurales de nuestro país están en una clara situación de desventaja respecto delas urbanas. Así se desprende de la “Serie de Análisis de la Encuesta Casen 2013”que realiza el Grupo de Trabajo sobre Inclusión y Desarrollo Social de RIMISP-Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural, que indaga en los factores territoriales tras la persistencia de la pobreza rural.

Como nunca antes, la Nueva Metodología de Medición de Pobreza (NMMP) que incorpora la Encuesta Casen 2013 permite comparar con propiedad las zonas urbanas y rurales, evidenciando que las primeras se encuentran en mejores condiciones que las segundas: entre el 2006 y el 2013 la pobreza en zonas urbanas se redujo un 53%, mientras que en las rurales esa cifra sólo llegó al 48%. Es así que un 25,4% de los hogares en el campo continúa viviendo en la pobreza, en comparación al 11% de las ciudades.

El análisis de las cifras de la Encuesta Casen 2013 muestra que aquellos aspectos en que los hogares rurales pobres se encuentran en una situación más desventajosa respecto de sus pares urbanos, dicen relación con las oportunidades que ofrece el territorio y no tanto con factores individuales o familiares.

Al comparar las posibilidades de acceso a servicios básicos que tienen los hogares pobres, tanto urbanos como rurales, encontramos diferencias abismantes, por ejemplo en cuanto a calidad de la vivienda (81% de hogares pobres urbanos están en condiciones aceptables, mientras sólo 48% de los hogares pobres rurales están en similar situación) o a condiciones de saneamiento de los hogares (96% de los hogares urbanos y 60% de los hogares rurales en condición de pobreza tienen condiciones aceptables de acceso a agua potable, servicios higiénicos y origen del agua).

En acceso a servicios de educación escolar, 11% de los hogares rurales asegura que la principal razón por la que los niños de 0 a 6 años de su hogar no asisten a un establecimiento educacional, es que no existen escuelas que presten ese servicio.Mientras, en las zonas urbanas éste no es un motivo de preocupación para los padres (0,7%).

Asimismo, a pesar de que las zonas rurales tienen peores condiciones de ingresos y pobreza, los dos programas públicos para la superación de la pobreza más emblemáticos –Chile Solidario (ChS) y el Ingreso Ético Familiar (IEF)- están mucho más concentrados en las áreas urbanas: sólo el 24% de los beneficiarios del ChS y el 27% de los del IEF habitan en zonas rurales.

Los programas para la superación de la pobreza en Chile son neutros, tanto a las diferencias territoriales como a la heterogeneidad de las situaciones de pobreza. Esto significa que el diseño de las intervenciones es estándar y no recoge las particularidades territoriales ni las trayectorias individuales para la superación de la pobreza.

Es cuestionable el excesivo énfasis en los hogares que ponen las políticas de superación de la pobreza en Chile, como si con sólo abordar los factores que tienden a perpetuar la pobreza a nivel de hogar pudiera resolverse un problema que tiene evidentes aristas territoriales.

En la medida en que persisten notorias diferencias en la incidencia de la pobreza por zona, cabe esperar que los factores propios del territorio contribuyan (al menos parcialmente) a explicar por qué resulta tan difícil de erradicar la pobreza rural.

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