Sabemos la importancia que tiene para nuestra economía su comercio exterior y por lo mismo, estamos trabajando para incorporar mecanismos que permitan agilizar y modernizar el proceso de exportación de nuestras empresas. Ese es el caso de la certificación de origen, un requisito clave que está presente en la implementación de los acuerdos comerciales suscritos por Chile.
Por ejemplo, si una empresa chilena exporta zapatos a Costa Rica, para que este producto pueda acceder a los beneficios arancelarios del Tratado de Libre Comercio que Chile tiene con ese país, es necesario contar con un certificado de origen. Dicho documento acreditará que el calzado cumple con la norma de origen allí acordada.
Entonces, teniendo en cuenta que actualmente la tecnología permite el intercambio de documentos a través de medios digitales, sin la necesidad de enviar físicamente el documento, los nuevos acuerdos comerciales están incorporando el mecanismo de certificación de origen electrónica.
En concreto, en sus normas se ha señalado que el exportador podrá utilizar la forma de certificación de origen que sea más conveniente. Esto es mediante el envío y recepción de papel, o bien mediante la transferencia de información por medio digital.
Sin duda, la certificación electrónica presenta diversas ventajas, entre las cuales se pueden citar: disminución de costos para el exportador e importador; altos niveles de seguridad de la información; rapidez en la obtención del documento. Adicionalmente, para las entidades que emiten el certificado, les permite llevar a cabo un trabajo más expedito en materia de verificación del cumplimiento de las normas de origen. En suma, agiliza el comercio.
Para la implementación del sistema electrónico se precisa la existencia de legislación nacional que permita y regule la firma digital, que las aduanas tengan la capacidad para recibir estos documentos en formato electrónico y que exista alguna disposición en este sentido en el mismo Acuerdo Comercial. Afortunadamente, en nuestro país se dispone de una legislación que regula el tratamiento de los documentos electrónicos desde el año 2002.
Teniendo todo esto en cuenta, la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales (DIRECON), ha venido impulsando la implementación de este sistema.Desde el año 2009 se encuentra en operación la medida con Colombia.
De hecho, durante el primer semestre del año en curso, más del 50% de los certificados de origen emitidos a ese país fueron en formato electrónico. A contar de este año se implementó con Ecuador. Para el desarrollo de este trabajo se ha contado con el apoyo de la Sociedad de Fomento Fabril, la Cámara Nacional de Comercio y el Banco Interamericano de Desarrollo.
En el marco de los acuerdos comerciales vigentes, actualmente estamos trabajando en la implementación de este sistema de certificación con Costa Rica, Corea, Panamá y China.
Asimismo, en los acuerdos comerciales recientemente suscritos por Chile, se ha convenido el desarrollo de negociaciones que permitirán la utilización de este mecanismo de certificación. Es el caso de Vietnam, Turquía, Hong Kong, Tailandia y Malasia.
Adicionalmente, con la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) se han sostenido reuniones con miras al desarrollo de temas que vayan en esta misma línea.
También en el marco de la Alianza del Pacífico, se estableció el compromiso de llevar adelante la interoperabilidad de las Ventanillas Únicas de Comercio Exterior (VUCE), medida que va en directa relación con el hecho de facilitar el intercambio comercial.