12 oct 2012

Superando el litio-gate

El “litio-gate”, nos demuestra que este Gobierno debe hacer las cosas mejor. No de espaldas al Congreso, sin un marco jurídico consensuado y que de garantías a los potenciales inversionistas, haciendo oídos sordos a los cuestionamientos éticos y/o estéticos que surgieron durante la fallida licitación recién anulada. Ahora, llegó el momento de proponer y enmendar rumbos.

En primer lugar, consensuemos que el litio debe ser explotado. En forma sustentable y eficiente, pero extraído al fin y al cabo, para superar la situación actual, en la que nos encontramos “sentados” sobre valiosos depósitos, sin explotarlos, tanto como los bolivianos siguen sin explotar sus enormes reservas de gas natural.

En segundo lugar, debemos tener un marco legal claro y que cuente con el respaldo de amplios sectores políticos y sociales.

Licitaciones que no cuenten con amplias garantías generan un margen de riesgo que hace que al final tengamos pocos interesados en participar en esta industria, y de los pocos que llegan, son empresas que tienen un historial de litigios, conflictos e incluso, malas prácticas empresariales.

Para evitar esto, quisiera proponer la creación de una empresa estatal, que podríamos llamar “Empresa Nacional del Litio”, que se encargue de explotar el litio, de manera eficiente y sustentable, como primer objetivo, y que explore las posibilidades reales de dar valor agregado a este recurso natural, en un mediano plazo.

Pero una empresa pública como se debe entender una empresa del siglo XXI: creada por ley, constituida como una sociedad anónima, supervigilada por la SVS y sometida a las normas del derecho común, que no dependa de ningún ministerio sectorial, sino que se relacione con el estado, a través del Sistema de Empresas Públicas (SEP) y que cuente con un directorio pluralista, con nombres calificados propuestos por el Consejo de Alta Dirección Pública.

Esta empresa debiera explotar el litio, ya sea directamente, o a través de asociaciones con empresas especializadas, producto de licitaciones profesionales, competitivas y transparentes, sin conflictos de interés, parentesco, ni errores infantiles como los cometidos por el ministerio de Minería.

Una empresa pública con un directorio pluralista debe dar garantías a todos los sectores, tal como lo hace Codelco o TVN. Al ser una sociedad anónima, con un staff técnico y profesional debe darle garantías también a quienes temen la creación de un monstruo burocrático.

El SEP supervigila toda la industria portuaria, a través de empresas públicas, las cuales, a su vez, celebran contratos con privados especialistas.

Algo similar ocurre en las sanitarias no privatizadas. Es el momento que recojamos las buenas experiencias de nuestro Estado Empresario, que debe cumplir con los principios de la OECD que se aplican a las empresas públicas propias del mundo desarrollado.

Por último, cabe recordar que la creación de una empresa estatal debe ser aprobada por Ley de Quórum Calificado de acuerdo a la Constitución.

Esto permite discutir el tema en el Congreso, pero a través de una ley simple, que autoriza la creación de una empresa, fija ciertas reglas básicas, y se evita, por tanto, estar discutiendo en ambas cámaras un complejo tramado normativo.Esto debiera permitir una discusión de fondo, y no procesal en el Congreso, lo que podría ser ágil y efectivo.

La forma de explotación del litio entonces, será abordada por un órgano dedicado a eso, una empresa, y no un ministerio, que ya hemos visto no es el lugar más apropiado para dirigir la explotación de un recurso natural, menos uno definido como estratégico.

Hace años que no se crea una empresa estatal en Chile. Sabemos que el Estado debe concentrarse en regular y distribuir, dejando al privado, que es más eficiente, la labor de producción. Pero si el Estado debe intervenir, como en este caso por el carácter estratégico del mineral y por disposiciones constitucionales, es preferible que intervenga a través de una empresa, especializada y técnica, en vez de un ministerio, que carece, como hemos visto, de las competencias técnicas necesarias.

El Estado de Chile, por lo demás, tiene buenas empresas públicas (TVN, Metro, Banco Estado, Codelco, por nombrar algunas) que son capaces de cumplir los roles que les hemos asignado de manera competente, eficiente y crecientemente sustentable.

Tal vez llegó el momento de crear la primera empresa pública de este siglo.

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  • http://www.facebook.com/marco.canepa Marco Canepa

    Me gusta el tono propositivo de la columna y no estoy de antemano a favor o en contra de la idea. Más bien, tengo dudas y preocupaciones:

    1) Hablamos de lo “estratégico” del litio, pero ese carácter estratégico se le asignó por ley décadas atrás -mucho antes de usarse en baterías- porque se supuso que tendría usos que finalmente no tuvo. Si nos venimos al presente, si bien se usa en casi todos los productos electrónicos, no se ha convertido en un mega-negocio como es el cobre. Su participación en los ingresos chilenos es bastante mezquina, pese a ser Chile el principal productor mundial. Chile no depende del litio y el mundo no depende de Chile para obtenerlo (se puede obtener de varias fuentes, si bien los salares parecen ser la forma más fácil de obtenerlo) y tampoco producimos baterías de litio ni sus otras aplicaciones. Entonces ¿Es REALMENTE estratégico el litio en el contexto actual? ¿Amerita la creación de una empresa estatal para extraerlo? …¿Por qué es más estratégico el litio que otros minerales que explotamos y que nos reportan mucho más dinero, como la plata, el oro, el molibdeno y el hierro?

    2) Lo otro, es que ante la idea de privatizar la minería, el discurso es siempre que “estamos regalando nuestros recursos”, normalmente a “extranjeros”. ¿Serán nuestros gobernantes realmente tan tontos (o corruptos)? … Como yo lo veo, lo que importa es maximizar el beneficio para Chile.  Entiendo que deberíamos vender nuestro cobre (o su explotación) tan caro como el mercado (o los productores) estén dispuesto a comprarlo y no me queda claro si eso es lo que ha ocurrido. Nadie me ha sabido decir CUAL es ese valor de venta ideal. ¿Está acaso demostrado que las ganancias para Chile, para una mina “x” son superiores si es explotada por una empresa estatal que una privada? Los estudios comparativos brillan por su ausencia. (Ciertamente se elimina un intermediario, pero también se asumen enormes costos de explotación, riesgos, burocracia, etc) ¿Tiene el estado de Chile la capacidad de explorar todos sus recursos simultáneamente?

    3) Lo otro llamativo de este debate, es que la reacción pública fue como si el litio hubiese estado ahí tirado, abandonado y listo para explotarse por el estado, sin que nadie lo hiciera y que se lo quisimos regalar a “intereses privados”. En circunstancia que Chile YA ES el mayor productor mundial del mismo y que su explotación está en manos SQM que es privada y chilena. Entonces, no hay nada nuevo, es lo que ya estábamos haciendo, sólo estábamos ampliando su explotación. Me pregunto si hubiese habido todo este revuelo si no fuera por el carácter “estratégico” que tiene por ley.

    Ahora, más allá de mis preguntas, concuerdo que el modo que tuvo el gobierno para llevar acabo la licitación fue de una ceguera y torpeza política y comunicacional impresionante.

  • Tani Amaya

    Señor, el litio es de los chilenos y el Estado puede explotarlo… basta con la cantinela que el estado no sirve… por favor.