Mucho se discutió el tema de la reforma tributaria y de las necesidades del país en obtener una mayor recaudación en impuestos, principalmente para financiar los proyectos que se han presentado en Educación. Sin lugar a dudas una Reforma necesaria.Sin embargo, dejó a muchos sectores con gusto a poco.
Una de las tantas críticas que se pueden hacer a la Reforma Tributaria, es la falta de consideración a las Pequeñas y Medianas Empresas, las que son el motor de desarrollo del país y que generan cerca de un 80% del empleo, razón más que suficiente para que exijan un tratamiento tributario especial.
En este orden de ideas, no sólo, NO se les entregaron beneficios, sino que además se les restaron, como es el caso en el cambio en el tratamiento de los gastos, donde se eliminó la distinción entre Sociedades Anónimas y Sociedades de Responsabilidad Limitada, y se aplica el impuesto sanción de un 35% a ambas.
Una de las peticiones que hicieron las Pymes era incorporar una modificación al artículo 14 quater, proponiendo que se duplicaran los montos para la exención del pago del impuesto de primera categoría, sin embargo, esto no fue incorporado en la Reforma y a cambio se aumentó el impuesto en tres puntos elevándose a un 20%.
Lo que pocos toman en cuenta con un alza de impuestos, es que a las grandes empresas no les afecta mayormente, por cuanto, estás ya habían hecho la provisión de fondos correspondiente, considerando un impuesto del 20%, desde que se inició el debate; en cambio las Pymes que difícilmente y que con grandes esfuerzos salen adelante, recién ahora deben estar preparándose para enfrentar esta alza. Muchos concuerdan que con esta modificación se va a afectar la competitividad de las empresas más pequeñas, ya que tendrán menos recursos para la reinversión.
A lo anterior, debemos agregar la fuerte fiscalización que las afecta por parte del Servicio de Impuestos Internos, y la diferencia con que se les trata.
El mejor ejemplo de esto lo vimos hace poco tiempo atrás con la condonación de multas e intereses que favoreció a Johnson’s por un monto de casi 125 millones de dólares. Por este hecho la Confederación Nacional de la Micro, Pequeña Mediana Empresa solicitó al gobierno un trato igualitario y más justo, y sólo obtuvieron que sus repactaciones de deudas por concepto de impuesto se hicieran a un plazo más largo, de 12 a 24 cuotas.
Otro punto que incluyó la Reforma, fue la rebaja en la Tasa del Impuesto de Timbres y Estampillas, que pasará de un 6 a un 2 por ciento, siendo destacado como una modificación orientada a las pequeñas y medianas empresas. Esto revela la falta de conocimiento del mundo Pyme, atendido que estas enfrentan grandes dificultades para el otorgamiento de créditos, por lo que dicha rebaja en poco las beneficia.
Con este escenario, se ratifica una vez más las dificultades que se deben enfrentar para emprender, teniendo que lidiar con un sistema impositivo bastante complejo y con una administración poco criteriosa.
Es necesario buscar una fórmula simple y eficiente para el cobro de impuestos, que tenga procedimientos diferenciados entre Grandes Empresas y Pymes, que permita incentivar el espíritu emprendedor y no lo anule, otorgando facilidades y premios a los más pequeños, como por ejemplo, una real condonación de Multas e Intereses, o aumentar el monto de las exenciones.