La creación del Sernac Financiero tuvo como finalidad fiscalizar y denunciar las malas prácticas que ocurren en el mundo financiero, las que suceden como consecuencia de la complejidad de este mercado y desconocimiento del público en general.
Lamentablemente, al poco tiempo de haber sido creado, se utilizó su nombre de manera inescrupulosa por los mismos fiscalizados.
Lo anterior ocurrió, cuando algunas empresas usaron el logo de Sernac Financiero para aparentar que se ajustaban a las normas de Protección al Consumidor, con esto se pretendía hacer creer al cliente bancario que los productos ofrecidos cumplen con la ley, hecho que constituye un abuso y podría ser considerado como publicidad engañosa.
Dentro de la nueva normativa, se creó lo que se denomina Sello Sernac, en virtud del cual, las empresas voluntariamente someten a revisión todos sus contratos, para que sean certificados por Sernac. Dicha certificación se adquiere, única y exclusivamente si los contratos cumplen fehacientemente con la Ley de Protección al Consumidor, y además con los requisitos que exige el Reglamento sobre Sello Sernac, que entró en vigencia en julio recién pasado.
Además que los contratos se encuentren conformes a la ley, las empresas deben contar con un Servicio de Atención al Cliente y permitir que sus consumidores puedan recurrir a un mediador o Arbitro financiero para que resuelva las controversias, quejas o reclamaciones.
Cuando el ministro de Economía, Pablo Longueira, y el Director del Sernac, Juan Antonio Peribonio, presentaron la campaña del nuevo Sernac financiero, no se imaginaron que a solo meses de funcionamiento el servicio no quedaría exento de polémicas.
Con el lema “Más información. Mejores decisiones”, el nuevo departamento del Servicio Nacional del Consumidor prometía un auxilio para quienes se sintieran vulnerados por alguna entidad financiera, los que no son pocos tomando en cuenta el caso La Polar y los más de 13 mil reclamos que recibió el Sernac durante el 2011.
Sin embargo, su imagen comenzó a ser distorsionada por empresas con fines publicitarios, lo que conllevó al inicio de un procedimiento legal por el mal uso de un servicio que nos pertenece a todos.
Es por ello que hoy las empresas que vulneraron la imagen y logo de la entidad financiera, se enfrentarán a un proceso judicial.
Finalmente, y sin perjuicio, de las acciones colectivas que pueda iniciar el Sernac, en contra de estas entidades, los consumidores también pueden iniciar acciones personales cuando sientan que sus derechos como consumidores fueron vulnerados.