Desde hace un tiempo a esta parte estamos reprochando al abusivo sector de la construcción porque, en general, sus distintas empresas irrespetan de manera soez los derechos de propiedad de los vecinos que colindan con los predios en donde se empiezan a edificar sus proyectos en altura.
En efecto, cuando se tienen que hacer las excavaciones de cierta profundidad en sus predios, para evitar el desmoronamiento de la tierra de los terrenos adyacentes a los suyos, habitualmente se utiliza una técnica de socalzado que consiste en introducir tensores postensados en el subsuelo de los terrenos de sus vecinos colindantes.
De esta manera se asegura la estabilidad estructural necesaria para iniciar las obras de los estacionamientos subterráneos de sus edificios, pero también se provocan inconvenientes en las bases de las edificaciones que deben soportar tales anclajes, los que en definitiva son elementos extraños que modifican la composición del subsuelo lindante.
Si la industria de la construcción y específicamente la inmobiliaria aplicara la tan cacareada y presumida Responsabilidad Social Empresarial, antes de iniciarse las faenas de sus proyectos, es decir, en el período en que las empresas están tramitando en las direcciones de obras municipales los permisos de edificación, deberían acercarse donde los dueños de las viviendas contiguas explicándoles las características de esa técnica y solicitándoles las autorizaciones de rigor para introducirse bajo el suelo ajeno.
Pero como en Chile siempre el fuerte atropella al débil, sin que las instituciones del aparato público exijan el cumplimiento de la ley, son recurrentes los hechos consumados y cuando se producen destrozos de cierta cuantía los conflictos llegan a los tribunales de justicia, instancia que siempre falla a favor de los perjudicados ya que la violación al derecho de propiedad es un acto despreciable.
Hoy la Comisión de Vivienda y Desarrollo Urbano de la Cámara de Diputados, presidida por la diputada UDI Claudia Nogueira, recibe a unas comunidades de Santiago Centro, las cuales están sufriendo los impactos negativos derivados de los comportamientos antisociales de unas conocidas empresas que olímpicamente encajaron en sus propios terrenos este tipo de adminículos.
En reiteradas ocasiones, por casos similares anteriores, les hemos manifestado a las autoridades de turno del Ministerio de Vivienda y Urbanismo que hay que detener este brutal atentado a la sana convivencia y para ello lo único que tiene que hacer ese servicio público es normar esta materia en la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones, que es el reglamento de la Ley respectiva. Pero los distintos ministros, actuando como serviles custodios de la industria inmobiliaria, siempre se han negado a reglamentar la utilización de esta técnica.
Si el actual ministro Rodrigo Pérez Mackenna, quien deberá ser citado por la aludida Comisión de la Cámara de Diputados, se desembaraza de las presiones del sector privado que lucra con la explotación del recurso suelo, estamos ciertos que asumirá su rol de autoridad para terminar de una vez por todas con esta inicua situación.
También hemos sabido que otros afectados con esta misma gracia, ahora de la comuna de Vitacura, exactamente en el sector de la Av. Kennedy Oriente, han iniciado recientemente acciones judiciales en contra de la Dirección de Obras Municipales y en contra de la constructora que utilizó la mencionada entibación pasando por alto los derechos de sus vecinos que residen en viviendas unifamiliares.
Estos ciudadanos ya le solicitaron a la diputada Nogueira ser recibidos en Valparaíso para plantearle sus cuitas y hasta donde sabemos ello acontecerá pronto.
Pero como somos optimistas estimamos que, con la fiscalización que ejercerán los diputados, esta práctica perversa no seguirá aplicándose y dentro de poco, posiblemente a partir del próximo año 2012, los directores de obras de todas las municipalidades del país le exigirán a las constructoras las autorizaciones firmadas ante notario de los vecinos que, con los resguardos necesarios, lleguen a acuerdos con las anteriores para que en sus subsuelos existan esos aparatos.