Lecciones a considerar a la derrota en lo deportivo de nuestra selección nacional ante el triunfo de Venezuela en Copa América en que la mayoría de los comentaristas deportivos concluyen: falta de planificación, confianza, decisiones no oportunas y mentalidad ganadora.
“La imagen de Chile en el exterior, obviamente, es más benévola que la opinión más crítica que tenemos hoy internamente” en una semana que nos trae un desorden u orden en materias políticas y sociales que llevan a mirar el segundo tiempo del país y del gobierno del presidente Sebastian Piñera con su reciente cambio de gabinete, incorporando a hombres con bastante manejo legislativo.
El centro de preocupación de nuestro sector privado, está en las manifestaciones sociales y la mejora del clima político que afectarán el bien común de nuestra economía en los próximos meses y las expectativas de optimismo futuro.
Esta realidad no es un tema particular de Chile. Lo vemos en España y en Grecia y otros países. Pero lo real son las formas de expresión de las comunidades ante la no respuesta de sus demandas, quedando claro concluir que es un reflejo de inquietudes que estaban pospuestas.
Un ejemplo está en educación: si una persona está estudiando en la universidad y lleva dos años con complicaciones, esa situación no se incubó ahora, sino que se reflejó en este momento. Una situación evidente es que no se logró resolver de manera clara en los famosos acuerdos de nuestros gobernantes del pasado. Hay que recordar que después de la revolución de los pingüinos hubo un acuerdo y, sin embargo, seguimos en lo mismo.
La solución debe incluir la sabiduría de todos los estamentos societarios, en la entrega del diálogo constructivo y participativo como fórmula de retomar los equilibrios en bien del país y su gente.
Lo sano es hacernos una autocrítica en el sentido de si todos aquellos que tienen que escuchar y representar a la sociedad lo estamos haciendo bien o no. De manera de lograr la intervención exacta al retorno de un clima de confianza, diálogo y credibilidad de manera de seguir desarrollándonos como nación.
Al concluir debemos tener claro como sociedad, la importancia de mantener una mirada siempre a largo plazo, no olvidando que Chile tiene un desafío más importante que es seguir creciendo en beneficio de cada uno de los que habitamos esta tierra .