Durante la jornada de ayer lunes el poder legislativo conmemoró los 200 años de existencia en las pautas que enmarcan una sociedad y sus leyes de sana convivencia y respeto para un país ordenado y con miradas al desarrollo
Una de las grandes preocupaciones de hoy se observan en las diferentes movilizaciones sociales, masivas de ciudadanos a nivel del territorio nacional que reclaman y exigen los cambios necesarios para una sociedad del mañana, con políticas claras para un Chile más próspero.
En esa línea se enmarcaron las palabras de las autoridades durante la ceremonia de conmemoración del Bicentenario del Congreso, encabezada por el Presidente Sebastián Piñera.
El Mandatario sostuvo que últimamente se ha manifestado “una ciudadanía más empoderada, más consciente de sus derechos, más exigente y a veces también más impaciente, lo cual refleja una democracia consolidada, una economía capaz de satisfacer nuevas necesidades y un país que poco a poco empieza a adquirir rasgos de nación desarrollada”.
Esto es una buena noticia, en la medida en que sepamos canalizar esa energía no por el camino de la violencia, sino que por el camino del diálogo, no por el camino de la descalificación, sino por el camino de la colaboración.
Queda claro que el Jefe de Estado se manifestó “consciente de que estas nuevas demandas están poniendo a prueba nuestras instituciones y la forma en que se ejercen los liderazgos en nuestro país”.
Los discursos de los presidentes del Senado Guido Girardi y de la Cámara de Diputados Patricio Melero hicieron un ferviente y respetuoso llamado a los integrantes del Congreso para que pongan lo mejor de ellos, en la búsqueda de las soluciones de problemas tan antiguos como acuciantes, que cruzan transversalmente la comunidad nacional y que merecen ser resueltos con una visión de Estado, con generosidad y con altura de miras.
También, se llamó a escuchar “la voz plural de la gente, esa voz que resuena en las marchas, en las calles, en los liceos, en las universidades, en los lugares de trabajo, en las casas”. Es vital el reconocer que las solicitudes necesitan de acuerdos a la unidad nacional en materias sensibles como Educación, Energía, Medio Ambiente y otras.
No nos basta con saber que nuestra economía esta dando cifras de crecimiento cuando el fenómeno que observamos de masivas protestas y paralizaciones aplicadas y anunciadas nos lleva a la incertidumbre y los desórdenes.
Chile es un país respetado y valorado por su historia reciente en democracia no solo por líderes del mundo político universal, si no también por quienes apuestan en nuestra capacidad de estabilidad, permitiendo grandes cifras de inversiones extranjeras que desean radicarse en el país como plataforma al mundo sudamericano
Lo dicho: “No son sueños utópicos. Hemos progresado mucho y logrado cambios sustantivos en el curso de las últimas décadas”.
Ese es nuestro desafío que presenta estos nuevos años de historia, por eso es urgente el retornar a la ruta de los consensos y la búsqueda de acuerdos de unidad nacional.