Chile ha pasado de ser un país de emigrantes – donde miles de compatriotas parten a otro país para una mejor calidad de vida, perfeccionar sus estudios, apostar a una nueva actividad económica – a ser un país de migrantes, podemos constatar en las calles, en el cine o actividades masivas una diversidad de personas que viven en nuestro territorio: peruanos, bolivianos, argentinos, ecuatorianos, colombianos, dominicanos, haitianos, españoles, árabes, coreanos, entre otras personas.
Estos flujos migratorios suponen un reto para cualquier Estado, pensar en una política pública de integración es una necesidad inmediata.
Es por ello, que tenemos que generar las condiciones para proteger a las y los migrantes a largo plazo, con enfoque intercultural y de derechos, donde cada persona pueda obtener sus beneficios sociales, habitaciones, educacionales de él, ella y su familia; mejorar sus viviendas precarias, eliminar el alto nivel de informalidad o actividades ilegales en el ámbito laboral, disminuir la discriminación racial en los establecimientos educacionales y laborales, otorgar acceso a salud, educación y capacitaciones para emprendimiento.
Tenemos que concientizar a nuestros compatriotas para que cambien su visión de miles de personas que apuestan para colaborar con sus oficios, talentos o profesión a nuestro país, generando mayor fortaleza a nuestra economía, mejorando nuestra educación y bienestar social.
Como Ministerio nos hacemos participe en colaborar en construir esta política, pues dentro de las personas migrantes una parte significativa la constituyen un grupo vulnerable, población objetivo de este ministerio y sujetos de la red de protección social.
Tenemos por tanto, desarrollar una generación de programas e intervenciones, que comience a crear las bases para enfrentar esta realidad social. Rescatando experiencias que busquen articular lo público y lo privado, desarrollar estrategias innovadoras que permitan penetrar en realidades.
En este sentido, queremos colaborar desde nuestra expertiz social a las distintas carteras Ministeriales que les toca el desafío de llevar la política migratoria y que considere a la protección social como un contribuidor para un país más inclusivo, sin discriminación, que es lo que nos convoca hoy.
¿Qué estamos haciendo?, hemos creado la Unidad de Migración e Inclusión Social para poder llevar a cabo estudios, políticas y programas para la población migrante de nuestro país, como también avanzamos en incorporar a las comunidades migrantes como sujetos de atención de los programas de protección social destinados a promover la movilidad e integración que son diseñados y coordinados por este Ministerio y sus servicios, en atención a aquellas condiciones de vulnerabilidad, a niños, niñas y mujeres en especial.
Esto nos pone el desafío de levantar datos estadísticos que permitan otorgar prestaciones y obtener una mejor caracterización de la población migrante a fin de diseñar las acciones sociales destinadas a ella.
Los desafíos de la convivencia intercultural en los territorios locales y comunales nos convocan a generar diagnósticos, y para ello estamos trabajando en una propuesta de Programa Piloto de Mediadores Sociales Interculturales, para reducir los niveles de vulnerabilidad en los territorios (barrios) donde se concentra un alto número de inmigrantes.
Para esto mismo, se está trabajando en el diseño metodológico de un módulo específico de acciones sociales hacia la población migrante destinado a reducir vulnerabilidades, inserto en la formulación de un nuevo Subsistema de Protección Social, que de cuenta de familias y territorios vulnerables.
Hablar sobre Migración con perspectiva social es un desafío de nuestro tiempo. Es por ello, que el Ministerio de Desarrollo Social ha querido iniciar este proceso para que comencemos a empaparnos de un enfoque y visión moderna, propio de los países que han logrado integrar armónicamente esta realidad sobre la migración.