El 8 de mayo el Museo de la memoria y los derechos humanos y la Vicaría de la Solidaridad rendirán un homenaje al Obispo Carlos Camus y a monseñor Alfonzo Baeza, dos destacados colaboradores del Cardenal Raúl Silva Henríquez defensores de los derechos humanos.
Alfonso Baeza tenía lo que con pleno derecho y dándole a las palabras su verdadero sentido se puede llamar vocación de servicio a los más humildes. Esta vocación le ganó el cariño de miles que, siendo o no cristianos, compartieron sus ideas y lo vieron testimoniar con consecuencia y coraje sus convicciones
Después del golpe militar participó en el Comité Pro Paz y en la Vicaría de la Solidaridad, hasta que en marzo de 1977 el cardenal lo llamó a encabezar la recién creada Vicaría de Pastoral Obrera.
Monseñor Baeza, fue llamado “cura obrero” con justa razón. Su palabra y su acción planteaban una iglesia que contribuyera a la reorganización sindical y a la defensa de los trabajadores. Al alero de la Vicaría Pastoral Obrera pudieron sobrevivir las organizaciones de los trabajadores durante la dictadura hasta reconstituir la Central Unitaria en 1988.
De Carlos Camus, monseñor Alejandro Goic dijo en su misa fúnebre que “nada de lo humano le fue ajeno”. Ciertamente fue así, Monseñor Camus dejó su impronta en la Asociación Universitaria Católica de Valparaíso, en su rol como Secretario General del Episcopado entre 1974 y 1976 y en los 27 años que estuvo en la Diócesis de Linares donde la comunidad de esa ciudad y localidades aledañas lo recuerdan día a día. Las agrupaciones de ex presos políticos han señalado en reiteradas ocasiones que muchos le deben la vida. Así fue.
Fue amenazado de muerte y su familia fue perseguida. Nada de eso impidió que su palabra fuera certera. Sus escritos y homilías destacan por su defensa constante de los derechos humanos y su juicioso análisis de la realidad. Una vez dijo que “el dolor más grande de esos años fue el dolor de los desaparecidos y de la tortura”.
Ambos sacerdotes supieron unir. Unieron ideales y causas justas, supieron defender estas ideas y plasmarlas en acción.
Alfonso Baeza era un hombre que unió a la Iglesia y al sindicalismo; Carlos Camus a la Iglesia y a su pueblo.