Un títere es un muñeco generalmente de trapo usado para representar obras de teatro.De allí que no obstante su materialidad, simula una persona viva y animada. Desde la época de los griegos, los títeres sirvieron para divertir y entretener al público. En el caso de los niños, los títeres siempre han formado parte de su mundo. Captan su atención, divierten, sacan risas, y en general acompañan lúdicamente el desarrollo de estos.
Sin embargo, detrás de un títere se esconden muchas cosas. Detrás de un títere existe todo un mundo para explorar, y existe una persona que lo manipula. Así, el títere en realidad expresa el mundo de esa persona que se esconde en el anonimato de la figura infantil. Lo que el títere dice no son sino las palabras e ideas de quien le da vida.
Eso es precisamente lo que ha ocurrido con el uso supuestamente humorístico en un programa de Chilevisión, del títere de un lagarto llamado Murdock. Por medio de dicho recurso cuasi infantil, se ha introducido a la audiencia un descarado discurso antisemita que incita al odio y menosprecio hacia el pueblo judío. Detrás de Murdock se esconde resentimiento, xenofobia y porque no decirlo con todas sus letras, miserable racismo.
Así, haciendo uso de este títere, se le ha dicho a la audiencia en una indigna alusión a los millones de víctimas del exterminio nazi, ¡que los judíos serían mejor combustible que la leña! Sí, tal como lee. El uso de hornos crematorios en Auschwitz – Birkenau y otros campos de concentración por parte de la Alemania Nazi es motivo de jocosa diversión.
Para el autor del libreto un judío muerto incinerado es algo gracioso, y lo que es más grave, también parece serlo para parte importante de la audiencia que tristemente apoya y celebra con aplausos, risas, y rating las expresiones xenófobas del personaje. Lo propio ocurre con el Director y el animador del programa que permitieron la emisión televisiva de éste, no obstante su evidente contenido racista y discriminatorio.
¿Cómo reaccionaría el lector si algo similar se dijera en relación con los detenidos desaparecidos durante el régimen militar en Chile? ¿O si un chiste aludiera a Villa Grimaldi y el dolor de las víctimas de las violaciones a los derechos humanos acaecidos en Chile?
Ciertamente sería inadmisible y la reacción de la opinión pública no se haría esperar. Chilevisión se apuraría en dar excusas, retirar el programa de pantalla, y seguramente sancionar a los responsables del mismo. Los avisadores harían lo propio, y a no dudarlo el controlador de Chilevision, la empresa americana Time Warner tomaría cartas en el asunto pues en los Estados Unidos el discurso de odio, bajo cualquier forma que éste adopte, está severamente penado.
En consecuencia, ante posiblemente uno de los casos más graves de antisemitismo vertido en los medios de comunicación social chilenos, la reacción debiera ser la misma.
No basta con una mera sanción pecuniaria del Consejo Nacional de Televisión. Lo ocurrido atenta contra la dignidad y ofende al pueblo judío, pero también agravia y ofende a Chile.
Una democracia como la nuestra no puede permitir impunemente el uso del discurso de odio propio del nazismo alemán.