“Ofreciste de todo y no has ganado nada”, esas fueron las palabras que Jorge Aravena, siendo técnico de Palestino, le regaló a Marco Antonio Figueroa, en ese entonces en la UC, corría el año 2010 y el “Fantasma” estaba nuevamente en medio de una polémica. Pasaron unas semanas, se fue de la UC, sin título y reclamando “porque no lo dejaron hacer su trabajo”, en una escena que se ha repetido a lo largo de su carrera en la banca.
Como jugador fue increíble, un goleador como pocos, siempre iba al frente jugó poco más de 450 partidos y celebró 224 veces, es decir, casi un gol cada dos partidos, una cifra más que decente para un goleador. En Chile Cobreloa fue donde la rompió y en México es ídolo, específicamente, en el Morelia.
Su carrera como DT fue explosiva y sobretodo polémica. En Guatemala, México y Chile ha hecho noticia más por sus problemas con jugadores, árbitros, dirigentes, hinchas que por los logros de su equipo, que solo se resumen en el título del Clausura 2011 de la Primera B con Everton, campeonato que sirvió para la estadística, pero no para lograr el ascenso ese año.
Ahora descendió con Cobreloa, en su último partido contra Ñublense desató su ira contra la dirigencia de los chillanejos, especialmente sobre Patrick Kiblisky. Razón por la cual, la ANFP lo denunció por “conductas y declaraciones ocurridas antes, durante y después del partido, particularmente al denostar públicamente al presidente de Ñublense”, por lo que arriesgaría hasta sesenta fechas. ¡Sesenta fechas!
Marco Antonio Figueroa lucha, día a día, contra su ira incontenible. Si lo castigan seguirá hablando, si no lo sancionan, los reclamos llegarán tarde o temprano. Ya sabemos lo que pasó con Julio Barroso y sus acusaciones sin pruebas. Por lo que al menos, diez fechas sin dirigir debería llevarse como castigo el DT de Cobreloa, pero insisto las fechas de castigo no lo callarán, ni calmarán sus demonios.
Eso sí, es absolutamente necesario que la ANFP gaste dinero contrate a un especialista de la Real Academia de la Lengua, traiga analistas internacionales, especialistas en derecho o sencillamente haga un copy paste, pero es necesario contar con un reglamento decente, legible y que no deje espacio a futuros escándalos. Aunque a favor de la ANFP podemos decir que nuestro país, nuestras instituciones no se especializan en hacer normativas, reglamentos o leyes decentes.
Pese a todo esto, sabemos que Marco Antonio Figueroa volverá a sentarse en un banco.Tarde o temprano volverá a dirigir y ya todos sabemos lo que vendrá con eso o mejor recordemos lo que sabiamente dijo Jorge Aravena en San Carlos de Apoquindo: ofrecerá de todo y no ganará nada.
Que la ANFP lo castigue da lo mismo, pero mejor sería que dejen a Marco Antonio Figueroa vivir tranquilo su atormentada vida, el tipo tiene demasiados fantasmas dando vuelta, los que parecen no lo dejaran tranquilo, aunque a los que nos gusta el fútbol tengamos que sufrir sus explosivas reacciones.