19 abr 2015

Porqué los hinchas de la U siguen tirando bengalas

¿Cuál es la razón del comportamiento de las barras en el fútbol, en particular de los equipos más populares?, está claro que  a pesar de los sentimientos y cariños que expresan a través de sus cánticos, el perjuicio a las instituciones no es algo que vaya a cambiar el comportamiento de sus entusiastas bullangueros.

También queda claro que los clubes no han asumido  y al parecer no asumirán  su derecho a usar las leyes vigentes para sancionar a quienes causan desordenes. Y eso estos hinchas ya lo saben.

No se conoce de nadie que haya sido sancionado por conducta incorrecta con la pena de no ingresar al estadio, ya ni siquiera en forma permanente  sino por algunas fechas.  La ley existe pero no hay interés por aplicarla.

El mundo del futbol quiere sacar las castañas con la mano del gato y en este caso el gato es  el gobierno. Sin ninguna colaboración real de los dirigentes deportivos los dos últimos experimentos en los dos últimos gobiernos han fracasado.

En el gobierno de Piñera el programa Estadio Seguro, basado sólo en acciones represivas consiguió exactamente el efecto contrario, no sólo no volvió la familia al estadio, sino que el  trato vejatorio al que se nos sometía a todos los asistentes,  alejó a aquellos que queríamos ir a ver sólo el espectáculo y provocó un incentivo adicional para las barras  de cómo vulnerar y entrar al estadio bengalas y bombas de ruido. Un fracaso total.

El actual gobierno ha, en la práctica hizo desaparecer este programa, en lugar de modificarlo como era obvio dada la mala performance anterior ahora simplemente ya no existe, el resultado es escandaloso ya no sólo aparecen algunos artefactos prohibidos sino que la vigilancia o el control han sido humillantemente superados. Parecen casi infantiles los llamados del locutor oficial  para no usar esas bengalas.

El problema, a mi juicio está en un falso diagnóstico, los que burlan  las leyes no son niños idealistas, llenos de entusiasmo capaces de dar la vida por su equipo favorito, muy por el contrario es simplemente lumpen que van a confundirse con los hinchas verdaderos para ejercer su mal entendido espacio de libertad.

No les interesa la suerte de su equipo, les da igual que ganen o pierdan, el desafío personal es actuar impunemente desafiando las normas.

Ni la autoridad pública ni los clubes quieren asumir la responsabilidad de expulsar definitivamente a estos individuos de los estadios, en chileno se hacen los lesos y dejan actuar.

Así jamás volverá la familia al estadio, lema que aparece perfectamente discutible como objetivo dirigencial, la tele les entrega mayor recaudación que la familia en el estadio, un asistente al estadio es un tele auditor menos y por lo tanto muchos menos  pueden hacer fracasar el negocio y hoy los dirigentes sólo buscan el negocio.

Lo que extraña es la negligente pasividad de las actuales autoridades de Estadio Seguro que no aciertan a prevenir, controlar y sancionar sin que ello signifique el dar por hecho, como en el gobierno anterior, que todos los que vamos a los estadios somos potenciales delincuentes y debemos ser tratados como tales.

El romanticismo de Los de Abajo, si alguna vez existió, desapareció cuando se dieron cuenta que ocultos en esos sentimientos nobles podían dar rienda suelta a su rebeldía con la sociedad.

Este trompo tiene varias cuerdas y es indispensable que los que tienen responsabilidades, las asuman de una vez por todas.

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  • Daniel Heber

    Don Antonio Lara, “comentarista”…. Tal como dice su columna usted se jacta de saber por que los hinchas, en especial los de la U, siguen encendiendo bengalas. Leí toda su columna y como hincha le debo decir que cada palabra expuesta por usted es una MENTIRA que solo busca criminalizar una lucha social que, a juicio de muchos, sigue avanzando por buen camino. Le daré mis razones que como asistente a la galería destrozan su “teoría” de sobaepaldas a los accionistas..

    El daño del que habla hacia la concesionaria no es más que solo un acto de rebeldía hacía quienes dirigen los clubes solo con la ambición de llenar los bolsillos de dinero y no al Club.

    Hablas de asumir un derecho de usar la leyes, te cuento, En la U el jefe de seguridad se llama Felipe de Pablo, un colocolino que hace todo el trabajo sucio de la concesionaria, encargado de aplicar derecho de admisión usando la táctica de inventar acciones para encarcelar y privar de ir al estadio a gente inocente, también, este tipo crea listas negras que prohíben a hinchas comprar entradas, prohibió a los hinchas acercarse al equipo para darle su apoyo y los reprimió a tal manera que a un menor de 14 años que fue brutalmente golpeado con lumas por la policía.

    No conoce a nadie que haya sido sancionado de ir al estadio? Recuerda el bombo que entró al estadio en el partido contra Emelec? bueno.. ahí sus colegas hablaban del bisera, quién tenía prohibición de entrar al estadio, no se haga el tonto.

    Su columna tiene solo un poco de sentido al referirse al PES como un fracaso. Plan que solo fue creado por un monigote del gobierno que buscaba “limpiar” las galerías, ¿pero de quién? de esos eufóricos hinchas que pasan toda la semana en un trabajo de mierda mal pagado, en los estudiantes que cada día pagan más para educarse, aquellas personas estresadas en un transporte publico de mierda y un enorme etcétera, hinchas que llegan el fin de semana y se descargan cantando, saltado, gritando por su equipo. Este plantiene por único objetivo alejar a las familias, alejar al hincha con sus revisiones inhumanas, tocasiones vejatorias, revisiones ilógicas y represión brutal.

    El problema de los delincuentes tiene que asumirlo el gobierno y no con un plan que nos ponga a todos en tela de juicio, la puerta giratoria de la Justicia chilena es la responsable de que exista el lumpen y la delincuencia y que vengan a culpar al fútbol es una completa estupidez e ignorancia de los corruptos que nos gobierna.

    Para finalizar, espero que se arrepienta de esta mierda de columna sin fundamentos y bases, que lo único que hace es, como dije antes, sobarle la espalda a los a los empresarios que se adueñan del fútbol, y ni siquiera me puse a pensar cuanto reciben los periodistas de parte de las SAD para hacer este tipo de columnas.

  • http://www.cec.uchile.cl/~apalma Álvaro Palma

    Las bengalas no se acaban por un motivo muy simple: porque las barras todavía dependen directamente del club, por mucho que éstos lo desmientan.

    ¿O de adonde cree que sale la plata para los arriendos de buses, los sueldos de los jefes de la barra, los viajes a “alentar” al extranjero, etc., etc., etc?

    A esos intereses creados (que además incluyen el “derecho” a vender droga al interior de la barra, y en el pasado, a vender entradas, ya sea auténticas facilitadas por el club, o en su defecto, sencillamente falsas) súmele una masa de lumpen tontos útiles que harán lo que sea que se les indique con tal de dar rienda suelta a sus instintos cavernarios y tendrá la situación que se aprecia hoy en día.

    Y finalmente recuerde, las barras son la principal fuente de mano de obra en época de campaña. ¿A quién cree que recurren los candidatos cuando hay que cuidar publicidad propia o destruir ajena? No es por ser mal pensado, pero el mismo alcalde Sabat, que alguna vez llegó a amenazar con cerrar el Nacional por los desmanes, cuando fue nombrado dirigente de la U, se volvió extremadamente cercano al jefe de la barra en esa época, el siniestro Anarkía.

    Así que, en resumen, si las barras no desaparecen es porque a mucha gente (dirigentes principalmente) les sirve mucho que existan. Y por supuesto, sin dejar de lado su aporte, un hincha menos en el estadio (si las barras no lo espantan, los precios y el estado de los estadios en sí hacen el resto) es un abonado más al CDF. Interesante pensamiento.