Los partidos de fútbol de alta convocatoria han sido considerados riesgosos por las manifestaciones vandálicas que se producen en torno a ellos especialmente cuando se involucran los Chunchos o los Indios, aunque los Cruzados no lo hacen mal.
Sin embargo, a la larga, el riesgo de estas manifestaciones es igual o menor que el de la irradiación ultravioleta (UV) o infrarroja (IR) que sufre la población que acude a los estadios incluidos los jugadores y los cuerpos técnicos.La luz UV y la IR no se ven, por lo que su fuerza se aproxima por el calor sentido aunque esto no es tan exacto.
El cáncer de piel ha aumentado en su tasa y sigue creciendo debido a estas radiaciones. La radiación también produce una depresión inmunitaria y una baja del ácido fólico circulante, vitamina del complejo B necesaria para muchas funciones en el organismo.
Sin embargo, la radiación produce factores protectores como la vitamina D (para absorber el calcio, es antitumoral) la melanina que protege de hongos y también del cáncer. Cuando la radiación es alta o muy alta y mantenida se espera que predominen los efectos dañinos sobre los benignos.
La autoridad metropolitana ha fijado estos partidos para las 12 del día y así evitar la ocurrencia en la noche donde la delincuencia parece proliferar.
La autoridad deportiva ha reclamado que eso determinará suspender los partidos para la hidratación de los jugadores e implicará una pérdida en la calidad del juego por la disminución de la intensidad de movimientos debido al calor.
Es extraño que nadie se preocupe por el efecto nocivo mayor que es la radiación de los espectadores que no solo la sufren durante el espectáculo sino que yendo y regresando del estadio.
La mayor radiación se produce al mediodía con el sol en su zenit o un poco después, en nuestro caso tipo 12.30 hrs, pero como hay cambio de horario este máximo corresponde a cerca de las 13.30. El horario peligroso ocurre con un margen de dos horas en torno a la cumbre.
Se tiene entonces que no es recomendable asolearse, entre 11.30 y 15.30 hrs (digamos entre 11 y 16 hrs), en los meses de octubre a marzo aún con protección de las partes descubiertas. Los dermatólogos son más estrictos y extienden estos horarios y calendarios.
Es necesario también considerar que a medida que se sube alejándonos de la superficie de la tierra se tiene mayor radiación UV e IR. En San Carlos de Apoquindo hay mayor radiación que en Sausalito de Viña del Mar.
Al fijar los deportes de concurrencia masiva al mediodía se expone a miles de personas a una irradiación dañina muy peligrosa a largo plazo y peligrosa a corto plazo.
Nos preguntamos por el horario más conveniente. Por parte de la radiación todos los eventos deportivos deberían ser vespertinos o nocturnos en esta época del año, con lo que también serían más convenientes respecto de la temperatura que implica mayor deshidratación.
Pero parece obligatorio considerar que el evento deportivo deba realizarse con luz del día, cuando es muy peligroso socialmente, para mayor facilidad de control. Se podría acordar que el primer partido se jugara de 17 a 19 hrs y este fuera el de mayor convocatoria y peligrosidad social. El segundo a las 19 hrs y el tercero a las 21 hrs, siendo éste último el de menor peligrosidad por vandalismo.
No veo peligro que un partido de baja convocatoria salga de un Estadio en Santiago, en verano, a las 23 hrs.
Los programas deportivos y las manifestaciones populares, así como los programas políticos van a tener que empezar a introducir la consideración de las variables bióticas, médicas además de las epidemiológicas, demográficas y socioculturales, para sus realizaciones.