Con el triunfo de 3 a 1 sobre el débil Bolivia, la selección nacional se encaramó al tercer lugar con ventaja de 5 puntos sobre el cuarto, Uruguay.La victoria debió ser más amplia, pero el afán protagónico de algunos jugadores y fallas del DT Sampaoli lo impidieron.
Después del excelente triunfo sobre Paraguay en Asunción, que dejó a Chile en el cuarto lugar en las clasificatorias, el interés de la afición aumentó pese que se enfrentaba al penúltimo y casi desahuciado Bolivia. Era un triunfo seguro y por goleada. Además, tenía el incentivo de presenciar el ansiado regreso de David Pizarro, postergado frente a Paraguay.
Pese a un par de minutos iniciales dubitativo el engranaje empezó a funcionar con la conducción de Pizarro, cuyos certeros pases pusieron tranquilidad.
A ellos se agregó en buen trabajo defensivo reducido a custodiar a Martins, el único atacante declarado de Bolivia. Todo el elenco trabajaba en defensa y sorprendía el aporte de Sánchez en la doble función de atacante y defensa. Todos se complementaban. Y Chile era dueño del partido, no obstante la doble línea defensiva de Bolivia y el excelente desempeño del arquero altiplánico Galarza .
A los 16 minutos salió el gol del desahogo tras una jugada iniciada por Sánchez, prolongada para la entrada de Mena por la izquierda, el centro de éste bien conectado por el revivido Edu Vargas.
Al minuto siguiente, otra vez Sánchez combina con Vargas, quien hace un pase a la derecha a Vidal quien dispara al arco, el balón da en el horizontal y Alexis anticipa al arquero Galarza anotando el segundo gol para Chile con certero cabezazo.
Se veía venir una goleada, pero a partir de ese instante Chile empezó a tener lagunas, pero seguía dominando. Sus vacios empezaron a venir, principalmente por obra de Vidal, quien estaba perdiendo ante Pizarro el rol de primer actor que tuvo ante Paraguay. Todo su accionar tenía como objetivo anotar un gol. Se adueñó de los tiros libres, para los cuales había trabajado Pizarro en la semana. Sánchez también quiso a hacer lo propio y Medel no reemplazaba el trabajo de Isla por la derecha, quedándose sólo en labor defensiva.
Bolivia pudo respirar y equilibró levemente el juego que concretó Martins aprovechando la desconcentración defensiva y anotando a los 31 minutos. En el primer tiempo Chile pudo aumentar, pero las acciones individuales lo impidieron.
En el segundo tiempo vinieron las fallas del DT. Sacó al centrodelantero Paredes y lo cambió por el volante lateral izquierdo Jara. Ni Jara ni Medel avanzaron por lado derecho. Chile sólo atacaba por el costado izquierdo con Mena y Sampaoli incurre en otra falla excluye a Mena y lo reemplaza por Beausejour.
Recién reapareciendo tras un mes sin jugar se vio lentísimo y Bolivia se animó y dejaba vislumbrar la igualdad haciendo ingresar dos atacantes para acompañar a Martins.
Vidal insistía en anotar y Marcelo Díaz en ejecutar los tiros libres. Pizarro seguía entregando bien, sin acompañantes, mientras Vargas y Alexis luchaban por convertir. Mientras tanto, Claudio Bravo insistía en sacar con el pie y mal, algo que no ha corregido. Había temor por el empate.
La tranquilidad llegó recién a los 90, después de un pase de Pizarro a Beausejour, quien hizo un centro medido de su mejor época, que fue conectado con un potente y certero cabezazo por Vidal para poner el claro y merecido 3-1.Su alegría fue doble, porque creía recuperar su rol principal.
Chile quedó a las puertas de Brasil que debe cerrar en casa en septiembre, frente a Venezuela o en octubre como visitante frente a Ecuador y Colombia, los últimos encuentros.
Afortunadamente, ya tiene la base del equipo y Sampaoli dispondrá de todos, ya que ninguno salió por tarjeta amarilla y tendrá tiempo para corregir los errores individuales del plantel – la pérdida del sentido societario- que nunca debe abandonar y los propios, pero ya dio el gran paso para estar el 2014 nuevamente en un Mundial. Muy difícil que lo pierda.