Igualó en puntaje con el puntero Colo-Colo, y le queda un partido para definir la fase regular.
En el 2011 la “U” sorprendió con un sistema que consideraba una marcación defensiva a presión y al recuperar la pelota iniciaba fulminantes ataques. Para que esa defensa tuviera éxito el equipo tuvo una preparación previa física exigente y se eligieron los jugadores adecuados.
El equipo ganó los torneos de apertura y clausura y además en forma invicta la Copa Sudamericana. Fue un sistema que originó elogios en todo el mundo y se llamó la revolución azul.
El jugador rival que venía con el balón tenía un marcador y a veces venían dos más en auxilio del defensa. El 2012 cambió todo la “U” dejó de marcar a presión, ganó a duras penas el torneo de apertura, fue eliminada de la Copa Sudamericana siendo goleada por Sao Paulo. A duras penas ganaba puntos en el torneo de clausura y perdía incluso en la Copa Chile.
Este año el técnico no hizo una preparación técnica para seguir con la marcación a presión y además usó en forma permanente a los mismos del año pasado que estaban cansados y con desgarros y eligió mal los reemplazos de los jugadores vendidos al extranjero.
Sampaoli empezó a equivocarse, quiso insistir en que la “U” era un equipo de ataque e instruyó a sus delanteros para que atacaran insistentemente, pero descuidándose de la parte defensiva. La “U” atacaba, sus delanteros no convertían y los contraataques pillaban abierta y escuálida a la defensa. El resultado no podía ser otro.
Le ganó Colo-Colo en el clásico y fue goleado sin misericordia por Sao Paulo ante quien jugó a cara descubierta. Fue un festín de los Paulistas.No podían creer que esa era la “U” que de visitante en Río goleó 4 a 0 a Flamengo con su astro Ronaldinho.
De puntero del clausura pasó a ser el quinto en la tabla de posiciones, aventajado por Colo-Colo, Palestino, Rangers e Iquique.
El encuentro de ayer ante Huachipato de visita era crucial para sus pretensiones. Le queda otro partido ante la U de Concepción y si gana los dos puede terminar primero en la fase regular y clasificar para la Copa Sudamericana del próximo año cualquiera que fuera el resultado de los play offs.
Afortunadamente para la “U”, Sampaoli no reincidió en sus errores anteriores. Sus jugadores esta vez desde el inicio del partido intentaron presionar y Huachipato no hizo mella a la defensa que estaba muy bien posesionada. Cambió a Acevedo y metió al más joven Magalhaes y en el ataque sacó a Enzo Gutiérrez, que era la única fórmula que usó en los últimos partidos, jugando sólo para él, enviando centros para que ganara de cabeza lo que casi nunca ocurrió y la “U” no tenía ataque ni otra fórmula.
En su reemplazo puso al joven argentino Juan Carlos Duma. Precisamente éste habilitado a los 17 minutos por Lorenzetti, su mejor valor anotó de media vuelta con un potente disparo de izquierda.
A los 27 Lorenzetti metió un pase por detrás de Crovetto quien marcaba a Ubilla y el ex porteño logró la segunda conquista. A los 42 un centro de Magalhaes que no lo pudo tomar Duma se convirtió en autogol de Claudio Muñoz al verse muy presionado.
El DT azul optó por cambiar en el segundo tiempo a los jugadores más jugados (Lorenzetti, Marino y Magalhaes), pero sus reemplazantes de poca habilidad como Pedro Morales y Acevedo no pudieron modificar el marcador. La “U” aprovechó de ver al puntero izquierdo de Huachipato, César Cortés a quien quiere conquistarlo para lo que sigue de la temporada, y quien no mostró cualidades especiales.
Universidad Católica fue la sorpresa al clasificar a las semifinales de la Copa Sudamericana. Le tocó un calendario benigno, con equipos discretos: Blooming de Bolivia, Tolima de Colombia y Goainiense de Brasil, con quienes empató o perdió un partido.
En los cuartos de final ante Independiente de Buenos Aires, un cuadro que fue rey de copas y está a punto de descender le empató a dos en su casa y le ganó 2-1 en San Carlos de Apoquindo, después de dos penales.
En el primer partido en Buenos Aires anotó un gol a los 4 minutos y su técnico Lasarte hizo de inmediato retroceder a todo el equipo. Jugó bien y empató.
En Santiago utilizó la misma fórmula y consiguió la victoria. Esta forma de jugar podía haber seguido la “U” en Sao Paulo y no haberse entregado a un suicidio descuidando su defensa.