El exagerado valor fijado por la ANFP a las galerías para el partido Chile con Colombia, pareciera tener su explicación en que al igual que en otros eventos, en Chile se cobran precios más caros que en el resto del continente para estos espectáculos.
Pero en este caso las cosas no son lo que parecen y el responsable no es el mercado.Una recaudación de la misma magnitud se podría haber obtenido con precios sensiblemente más bajos si el escenario hubiera sido el Estadio Nacional y no el Monumental.
La razón es que el primero tiene más capacidad que el segundo. Así de simple.
Entonces el problema radica en las razones que tiene la ANFP para despreciar el principal coliseo deportivo del país e irse al Monumental, donde sabe que entra menos público y por lo tanto debe cobrar más caro.
Ya Borghi entregó las primeras señales cuando al asumir hizo arreglar un camarín especial para la selección en ese estadio, en un intento de identificar la selección con el equipo de mayor popularidad en Chile cuestión que también se reflejó en la nómina de jugadores convocados.
Para citar un solo ejemplo convocó a su ahijado Rubio y no a E. Vargas. El fracaso de la Copa América lo ha obligado a rectificar.
Pero además, se sabe que esta directiva de la ANFP es extremadamente dependiente de las S.A. constituidas por los llamados clubes grandes y por lo tanto lo que para algunos de ellas sea lucrativo, esta ANFP está obligada a consentirlo.
¿Quién ha preguntado cuánto le cuesta a la ANFP arrendar ese Estadio?Sería bueno saberlo. Difícilmente podría ser más económico que el Estadio Nacional.
No hay razones para compartir la selección nacional entre ambos recintos, por excepción se puede jugar un partido de baja convocatoria como con Venezuela fuera del Nacional.
Cuando como en esta ocasión el interés privado choca con el bien de la mayoría existe una institución que puede y debe arbitrar el conflicto y resolver en bien de la mayoría: es el Estado y en este caso esa es la subsecretaría de Deportes; pero es evidente que nos enfrentamos a un flagrante conflicto de intereses, el actual subsecretario era el presidente de la sociedad dueña del Monumental antes de asumir el cargo de Gobierno. Y quien lo nombró el Presidente de la República era el accionista principal de la misma sociedad.Por lo tanto no hay interés en cambiar la decisión.
Una vez más quien pierde es la gente, ajena a este juego de platas, influencias y poder.
En definitiva, son los intereses económicos particulares y la debilidad de la ANFP, ante la ausencia de un Estado interesado, atento y vigilante para ejercer su rol regulador y en favor de la mayoría y no el mercado el responsable de los exagerados precios fijados para este evento deportivo.
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