En columna anterior señalábamos que entre las cosas que había que solucionar para que Chile pudiera lograr medallas en los Juegos Olímpicos, entre otras, era el mayor espacio que debieran darle los medios a todos los deportes.
Pero se nos pasó exigir que estos espacios deberían ser cubiertos no sólo por periodistas deportivos, capacitados para informar, hacer entrevistas, y reportajes, sino también dar espacios, como hace Cooperativa, a especialistas en la materia para que desmenucen y opinen de cada disciplina, comentando las razones técnicas, las causas del triunfo o la derrota y la forma de corregir una y otra.
Además de quedarse pegados la primera semana en la gimnasia y las pesas, se echó de menos en los canales nacionales un mayor seguimiento a los deportistas chilenos, entrevistas previas y pos competencias, análisis de sus actuaciones y correcciones que correspondían, efectuadas por expertos, quienes no necesitaban estar en Londres. Bastaba con sentarlos en estudios en Santiago y conversar con ellos para obtener comentarios y opiniones importantes. Hubo deportistas, como los equitadores y los veleristas, que no aparecieron siquiera en pantalla.
También faltaron notas a técnicos extranjeros para saber de su preparación y trabajo, y a los dirigentes de países participantes, para informarse de los aportes y ayuda que se entrega a sus astros. Ya como se está en vísperas de los Sudamericanos del 2014, preguntar sus experiencias a chinos, británicos y mejicanos, organizadores de Juegos Olímpicos y Panamericanos.
Asimismo, habría sido bueno saltarse a Yingo y la Alfombra roja para saber cómo Pistorius superó su incapacidad física para ponerse en el alto nivel, como Mike Phelps pudo mantener su calidad mundial por más de seis años, las razones de la alegría que muestra Usain Bolt, como se llega alcanzar las destrezas de las gimnastas rítmicas de Rusia, encabezadas por Kanaeva, ¿porqué lloran los ganadores y perdedores? faltó esto y mucho más.
También, ¿por qué no se conversó en una rueda de entrenadores de fútbol de las novedades del fútbol en estos Juegos?
De cómo superar los cerrojos de dos líneas de cuatro y lo mismo en el básquetbol, como poder hacer frente a la imponente superioridad del Dream Team, los decatletas de este deporte, impresionantes en los saltos, en la velocidad y en la fuerza de sus acciones y fundamentalmente en los lanzamientos con porcentajes de conversión de un 50%, ¿cómo puede lograrse?
Conversar con el hábil argentino Ginobili sobre cómo hacer esos pases gol maravillosos. Es cierto que éste y los norteamericanos son profesionales y ganan millones de pesos diarios, pero tuvieron problemas con varios jugadores argentinos, españoles, franceses y lituanos, de menor estatura y envergadura, que buscaron la fórmula para enfrentarlos y en largos pasajes tuvieron éxito y los hicieron si no sufrir, por lo menos, preocuparse.
Hasta en la información, lo más elemental de una cobertura, se falló. Había que conectarse con las páginas de deportes de internet o los canales de cable extranjeros, principalmente argentinos, para saber de la actuación de los chilenos. E increíblemente del medallero.
El esfuerzo de Carcuro, Solabarrieta, Huerta, Valenzuela, Vera, Guarello y Schiappacasse, Bittner, Bacarreza y Perelman, fueron insuficientes para saber más a fondo de la realidad del deporte de alto nivel y de los Juegos.
Sin duda, La televisión chilena quedó en deuda. Es de esperar que haya un autoanálisis y se corrijan los errores.