La U. Católica, tras ser goleada por el equipo boliviano Bolívar, en La Paz, por 3-0, pese a una buena actuación de su arquero Toselli, fue última en su grupo y quedó eliminada de la Copa Libertadores. Además, le costó el cargo a su entrenador Mario Lepe.
En tanto Universidad de Chile, fue primera en el suyo y pasó a los octavos de final de la Copa, repitiendo las buenas actuaciones que le permitieron ganar la Copa Sudamericana y el torneo local.
La causa de esta diferencia es el estilo distinto de cada equipo y de su DT, decisivo en el fútbol de hoy.
La UC intentó buscar el éxito en el trabajo de su mediocampo, con Gutiérrez, Dilva, Ríos y Pizarro y esperando las inspiraciones individuales de Ovelar y Gazale, que nunca la tuvieron, porque carecen de ellas. Y nada más. Su defensa, muy recluida en sus posiciones, nunca se atrevió a adelantarse.
En cambio, la “U” con el “pressing” de sus delanteros y mediocampo a los zagueros de Nacional de Medellín, la aparición permanente por las puntas de Fernándes y Rodríguez por la derecha y de Hernández o Gallegos y Mena, por la izquierda, cooperando TODOS en marcación y saliendo igualmente todos al ataque, en constante rotación, desesperaban a su terco y capacitado rival. Pero la salida al ataque nunca descuidada.
Osvaldo González y José Rojas, no abandonaban sus posiciones, con el apoyo incansable para cubrir sus espacios de Marcelo Díaz. Es decir, un trabajo colectivo, de esfuerzo, que tiene que dar frutos. Un estilo que debe copiar todo el fútbol chileno, incluso la selección de Borghi, que no lo tiene.
Nacional era un adversario poderoso, con atacantes diestros y potentes como Mac Nelly Torres, ya conocido en casa y el goleador Pabón, que luchaba por mantener la punta del grupo. El encuentro fue de calidad e intenso. Ambos querían alcanzar el primer lugar para llegar a los octavos a enfrentar un rival más fácil.
La “U” ganó merecidamente, con el aplauso de más de 35 mil espectadores y jugará con Quito en la capital de Ecuador. Nacional enfrentará a Vélez Sarsfield de Argentina.
Un triunfo que hace bien al fútbol chileno, con el doble mérito de actuar con dos jugadores de 18 años de edad, Ángelo Henríquez y Sebastián Martínez.
Es de esperar, que las primeras planas de los medios nacionales destaquen estos éxitos y reemplacen la figura de Bielsa y del fútbol español, como lo más resaltante.